La jueza central francesa Stéphanie Frappart y las auxiliares, la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina, pusieron fin este jueves a 92 años sin una terna arbitral femenina en un Mundial de fútbol masculino.

El trío dirigió el choque definitivo del Grupo E entre Alemania y Costa Rica, con victoria europea 4-2, en el estadio de Al Bayt, en Al Khor, al norte de la capital de Catar, un país especialmente cuestionado por los derechos de la mujer desde su nominación como sede mundialista.
Desde la Copa del Mundo de Uruguay-1930, la primera de la historia, todos los colegiados habían sido hombres, hasta la incursión de la noche de este jueves de Frappart, Back y Díaz, con el respaldo de la hondureña Said Martínez como cuarta árbitra y de la estadounidense Kathryn Nesbitt como encargada del órsay en el VAR.

El equipo arbitral no tuvo mayores inconvenientes al mando de un electrizante juego que selló la eliminación de Alemania en fase de grupos por segunda vez consecutiva, tras Rusia-2018.
Su mayor reto estuvo relacionado con una aparente falla técnica en el intercomunicador con el VAR, lo que demoró un par de minutos la validación del cuarto tanto de los alemanes, anotado por Niclas Füllkrug (89), y en el que Back había sancionado fuera de juego de forma errada.
También se impuso sobre el mediocampista alemán Kai Havertz (73), quien ignoró parcialmente su autoridad luego de que lo llamara al orden por protagonizar un encontronazo con un zaguero rival al celebrar el parcial 2-2.

La última barrera
Frappart, oriunda de Val-d’Oise (al norte de París), rompió a sus 38 años la última barrera que le faltaba en su pionera carrera en el balompié, iniciada en 1996.

Otrora futbolista del AS Herblay de Francia, se apasionó por los silbatos desde los trece años. Pasó un lustro impartiendo orden en la segunda división francesa antes de convertirse en una pionera de la igualdad en el arbitraje.
Fue la primera mujer en dirigir en la élite del fútbol masculino de Francia (2019) y en la Liga de Campeones de Europa (2020). Además, fue nominada para dirigir la Supercopa europea y la Eurocopa (2021).
«Es una gran evolución, un reconocimiento de mis cualidades y competencias. Esta es mi línea de conducta desde el principio, me eligen por mis competencias, no por mi género», sostuvo en un encuentro con medios antes de la pasada Eurocopa.