Al grito de batalla ¡once, once, once!, el 11 Deportivo salió decidido a tumbar y poner de rodillas al rival, pero no pudo con un Sonsonate guerrero y acabaron pactando un amistoso y pintado 0-0. Le faltó gol al choque, pero no hubo tiempo ni para bostezar. Cada uno a su estilo, tanques fronterizos y cocoteros ofrecieron emociones y lamentos a granel. Un espectáculo digno para irse aplaudidos a la pausa.
Sorprendió Sonsonate con una apuesta arriesgada: un 4-4-2 mentiroso que en realidad se convertía en un 5-5 con y sin balón. Los pupilos de Fabio Castroman, defendieron con cinco y atacaran con cinco, lo que permitió un partido entretenido, abierto y con sobradas y mal logradas chances de gol.
El marcaje asfixiante y acosador de los sonsonatecos le sacó los colores inicialmente al 11 Deportivos que se ahogaba en salida con tanta camiseta verde apretando desde que el portero cogía balón.
Tanto fue el descaro de los sonsonatecos en cinco minutos ya habían estrellado el primer balón en el poste. Fue ese susto el que provocó que los pupilos de Bruno Martínez pusieran las barbas en remojo y buscaran la fórmula en cómo sacarles la vuelta.
Y la estrategia fue sencilla: bastó a los tanques hacer cambios largos en diagonales para sacudirse las marcas y eso les permitió coger a la defensa mal parada y poner a temblar a Héctor Ramírez, que al menos hasta el cierre del primer acto no permitió ni migas. El meta le atragantó goles a Edgar Medrano y a Tony Rugamas.
En ese lapso los cocoteros también probaron los reflejos de Yonatan Guardado que le atajó en un mano a mano a Carlos Herrera, y después la tuvo Jacobo Kattán que falló ocasiones cantadas. Tampoco pudo el 11 encontrar un esquivo gol que en esta ocasión se ausentó del estadio.
En la bajada del telón, el desgaste del primer tiempo le restó galones de oxigeno al Sonsonate, y si bien intentó mantener la presión alta ya no llegaba a tiempo al balón por lo que cayó bajo el dominio local. Las ocasiones de gol sin embargo se las repartieron por igual.