Tras la misa de beatificación del padre Rutilio Grande, el fray Cosme Spessotto y los laicos Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solórzano, algunos funcionarios del gobierno de El Salvador y diputados de la Asamblea Legislativa destacaron este importante hecho en la historia nacional, el cual se escribió esta tarde en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, señaló que esta beatificación honra la memoria de cuatro personas que fueron víctimas de los conflictos y la violencia social que azotó a El Salvador en las décadas de los 70 y 80, algo que debe motivar a las actuales autoridades a seguir en el camino de la justicia restaurativa que se inicio con la llegada del actual gobierno.
«Este país aún desconoce quiénes fueron los que perpetraron y quiénes fueron los que ordenaron los asesinatos del Padre Rutilio Grande, Manuel Solórzano, Nelson Lemus y Fray Cosme Spessotto. Este país exige justicia. Este país necesita perdón y olvido, pero también exige conocer la verdad sobre estos hechos y hacia eso estamos caminando», comentó Castro.
Por su parte, la ministra de Vivienda, Michelle Sol, señaló la jornada histórica de esta tarde y remarcó que este acontecimiento da un nuevo aire al actual gobierno para continuar su trabajo en las comunidades y en beneficio de aquellos sectores sociales que fueron olvidados por los gobiernos anteriores.
«Estoy segura que ha sido un día de celebración e histórico para los feligreses en El Salvador. Nos complace ser parte de esta historia. Debemos saber perdonar, ver hacia adelante, ponernos en los pies de los demás. Son cuatro nuevos beatos y debemos trabajar unidos por sacar adelante a toda la gente. Solo unidos podemos sacar adelante a nuestro país. Juntos podemos hacerlo», comentó Sol.
«Todos los ministerios trabajamos articulados para que se hagan las obras, eso facilita el trabajo para las familias que por décadas habían sido olvidadas. Trabajando de esta manera es como se están viendo los resultados en las ciudades, en las comunidades, en los municipios», agregó.
Finalmente, el alcalde de San Salvador, Mario Durán, destacó el trabajo logístico que la Iglesia Católica desarrolló con el apoyo de la administración municipal capitalina y también reiteró la jornada histórica en la Plaza Divino Salvador del Mundo.
«Hemos visto con buenos ojos ser anfitriones de este evento tan importante. La paz solo se consigue con justicia. La justicia lleva a la paz y nosotros aplaudimos la beatificación de Rutilio y compañía. Ellos alzaron su voz en nombre del pueblo y, al ser la voz de quienes no podían hablar, fueron martirizados», dijo.
«Hemos sido parte de la logística. La capital, San Salvador, es la anfitriona y siempre estamos para servir. En esta actividad hemos tenido a todos nuestros equipos en función del acto. Desechos sólidos se encargará de la limpieza de la zona. Tenemos al CAM coordinando con la PNC y desarrollo urbano para proteger esta zona del Salvador del Mundo», añadió.