La Fundación Naricitas Húmedas instaló en Ahuachapán comederos para perros de la calle y les dará alimentación diariamente, en al menos cuatro puntos específicos de la ciudad.
La iniciativa surge debido a que en el refugio no los están recibiendo por el momento para evitar la propagación del virus del moquillo, que recientemente mató a una gran cantidad de caninos. El refugio permanecerá cerrado durante cuatro meses, para controlar la propagación de la enfermedad.
«Los perritos de la calle necesitan alimentarse, nosotros ya no los podemos recibir, ni dar en adopción los que rescatamos, porque cuando es así, nos aseguramos de que vayan con buena salud. Pedimos a las personas que no maltraten los comederos», expresó Edgardo Gutiérrez, fundador de Naricitas Húmedas.
Gutiérrez afirmó que cada día en Ahuachapán hay más caninos en la calle y lo atribuye a una falta de responsabilidad social, sobre todo porque los dueños no castran a sus perros, y algunos ya nacen en la calle o fueron abandonados por distintas razones.
El asilo prioriza el rescate de perros callejeros porque considera que son los que necesitan un trato integral, que incluye alimentación y atención médica. Según los registros de la fundación, diariamente se reportaban por medio de las redes o de denuncias ciudadanas 16 perros abandonados o maltratados en todo el municipio de Ahuachapán.