La Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal) ha canalizado alrededor de $900 millones en ayuda humanitaria para el país desde 1986, que fue constituida por un grupo de empresarios liderados por Luis Poma.
Alejandro Poma, vicepresidente de Fusal, aseguró que desde esa fecha han apoyado a la nación con medicinas, equipos médicos, materiales educativos y otros proyectos en varias comunidades.
«En 1986 hubo un terremoto y afectó nuestro país, entonces empresarios se reunieron para traer ayuda humanitaria a El Salvador. Esos son los orígenes de Fusal. A lo largo de varias décadas, nuestro programa de ayuda humanitaria ha beneficiado al país, con acciones que ascienden entre los $800 millones y $900 millones», detalló.
Con base en ese espíritu humanitario, crearon otros programas permanentes como Libras de Amor, que ahora es denominado Primera Infancia. En ese contexto, la fundación y la Embajada de Canadá desarrollaron ayer el Encuentro Nacional de Voluntarios de Fusal, donde se reconoció el impacto colectivo de los voluntarios comunitarios que trabajan por la primera infancia en El Salvador desde sus comunidades.
El evento se llevó a cabo en el marco del proyecto «Empoderamiento digital para mujeres en áreas rurales, mediante el fortalecimiento de habilidades tecnológicas para potenciar su liderazgo como referentes en la primera infancia dentro de sus comunidades», del Fondo Canadá para Iniciativas Locales.
Más de 300 voluntarios participaron en el espacio, en el que tuvieron la oportunidad de compartir experiencias en liderazgo, creatividad y trabajo en equipo.
Uno de los momentos destacados del encuentro fue el lanzamiento de la aplicación móvil denominada «Círculo», la cual tiene como objetivo facilitar la comunicación entre el grupo de voluntarios y la institución para reportar las actividades que realizan con la niñez en sus comunidades.
La fundación trabaja bajo la estrategia de Nutripuntos, 165 espacios comunitarios donde se desarrollan actividades de estimulación temprana y nutrición con la participación de familias con niños en la primera infancia que viven en zonas rurales en condiciones de pobreza multidimensional. Actualmente, se atiende a 5,963 niños menores de cinco años y 269 mujeres embarazadas.
El programa de la entidad cuenta con más de 460 voluntarios activos en 17 distritos de Sonsonate, Ahuachapán, Usulután, La Libertad y Morazán.