Después de una cumbre por videoconferencia organizada por Arabia Saudita, los miembros del G20 indicaron en su comunicado final que han movilizado recursos «para abordar las necesidades financieras inmediatas en salud global para apoyar la investigación, el desarrollo, la fabricación y la distribución de diagnósticos, tratamientos y vacunas de covid-19 seguros y efectivos.»
Los líderes del G20 prometieron el domingo «no escatimar esfuerzos» para asegurar un acceso equitativo a las vacunas contra el covid-19, según un borrador de la declaración final de la cumbre, en tono consensual pero con pocas medidas concretas.
«No escatimaremos esfuerzos para garantizar su acceso asequible y equitativo para todos», indica el texto que pudo consultar la AFP.
La cumbre de las 20 mayores economías del mundo se celebra este año por videoconferencia bajo la presidencia de Arabia Saudita, país muy criticado por las organizaciones de defensa de derechos humanos.
La reunión de dos días comenzó el sábado con varios encuentros a distancia, en presencia del presidente de Estados Unidos, que sin embargo se fue poco después del inicio de una reunión a jugar al golf.
La cumbre debe terminar el domingo con la publicación de la declaración final.
A medida que la pandemia sigue avanzando en el planeta, con más de 57 millones de contagios y 1,3 millones de muertos, los presidentes o jefes de gobierno optaron por el consenso en la lucha contra el virus.
«Apoyamos plenamente todos los esfuerzos de colaboración», reza la declaración final, en referencia a los dispositivos de lucha contra el virus coordinados por la Organización Mundial de la Salud.
También se comprometen a «abordar las necesidades financieras globales restantes».
«Aunque la competencia puede ser inevitable, debemos guiarnos sobre todo por el aspecto humanitario», dijo el sábado el presidente ruso Vladimir Putin.
Estados Unidos anunció el domingo que espera empezar su campaña de vacunación a mediados de diciembre.
El Center for Global Development calculó que los países ricos ya han reservado 1.100 millones de dosis de la futura vacuna Pfizer/BionTceh, una de las más avanzadas, sobre un total de 1.300 millones de dosis anunciadas para ser producidas el próximo año.
Sin embargo, en su declaración, el G20 no menciona la cifra de 28.000 millones de dólares, incluyendo 4.200 millones de emergencia, que exigen las organizaciones internacionales para luchar contra la pandemia.
La canciller alemana Angela Merkel, que lleva exactamente 15 años en el poder, dijo el domingo estar «preocupada porque todavía no se ha hecho nada» concretamente para asegurar la vacunación en los países pobres.
En el mismo sentido, la onegé OXFAM denunció a la AFP la «brecha total entre los llamamientos [en particular de los países europeos] para convertir las vacunas en un ‘bien público mundial’ y la carrera por las vacunas que están alentado».
«Compromiso» con la deuda
Las grandes compañías farmacéuticas compiten para que la vacuna esté disponible cuanto antes, como la alianza entre Pfizer (EEUU) y BionTech (Alemania) o la empresa estadounidense Moderna.
También hay ambiciosos proyectos de vacuna en China o Rusia.
Sin embargo, en su declaración, el G20 no menciona la cantidad de 28.000 millones de dólares, incluyendo 4.200 millones de emergencia, que exigen las organizaciones internacionales para luchar contra la pandemia.
El G20 también iba a tratar la deuda de los países pobres, que se está disparando como resultado de la crisis económica provocada por la pandemia.
Los líderes del G20 dicen estar «comprometidos a implementar» la llamada Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), «incluida su extensión hasta junio de 2021», indica el texto.
29 de los países más favorecidos del mundo están utilizando este mecanismo para permitir a los países pobres endeudados con ellos suspender el pago de los intereses de sus deudas hasta junio de 2021.
Pero mientras que Naciones Unidas esperaba que este plazo se prorrogara hasta finales de 2021, el G20 deja en manos de sus ministros de finanzas el «examen» de esta cuestión el año que viene.
En este sentido el presidente de Argentina, Alberto Fernández, cuyo país está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la cuestión de la deuda, aseguró el sábado en su intervención en el G20 que el país hizo «un enorme esfuerzo fiscal» y pidió «la acción del mundo y los organismos internacionales de crédito».
El borrador de la declaración final usa un tono más consensual que en las últimas cumbres del G20, marcadas por el conflicto por el clima y el comercio, muchas veces por las reticencias de Donald Trump.
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En cuanto al medioambiente, las principales potencias reconocen que la lucha contra el cambio climático «se encuentra entre los desafíos más urgentes de nuestro tiempo».
Y en lo que respecta al comercio, tras años de enfrentamiento entre la administración estadounidense de Trump y China, pero también con sus socios europeos, el texto afirma esta vez que «apoyar el sistema multilateral de comercio es ahora más importante que nunca».