El futuro del karate salvadoreño está en buenas manos. En cada competencia nacional o internacional, Gabriela Izaguirre se baña de oro. Prueba de ello es que en el reciente Campeonato Centroamericano realizado en Costa Rica compitió en siete categorías el mismo día y se colgó seis metales dorados y uno de plata, para convertirse en la cuscatleca más ganadora en ese Ccondeka. Pero lo bueno para esta atleta es esta semana, ya que parte a México para buscar su clasificación a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Además, en este torneo en suelo azteca, la karateca nacional lo tomará como un fuerte fogueo hacia los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, ya que las chicas que encontrará en esta competencia son, en su mayoría, las que llegarán a El Salvador.
El futuro prometedor de Gabriela se empezó a forjar hace unos ocho años, cuando tenía 12 de edad (ahora tiene 20). Pintaba para llevar la bandera nacional a lo más alto del podio cuantas veces quisiera, y hasta ahora no ha fallado.
El año pasado, el penúltimo compitiendo en la categoría juvenil, antes de pasar a la etapa de adultos, deportivamente hablando, Izaguirre se convirtió en la primera salvadoreña en ganar una medalla mundial en Turquía. Fue una de bronce, pero cumplió parte de su sueño.
«Fue mi primer medalla mundial. Esa medalla la vengo soñando desde que empecé en competencias internacionales en 2015. El año pasado se me hizo y ahora estoy trabajando para lograr un oro, llegar a la final de un mundial juvenil. Este año termino mi etapa de sub-21, así que se viene competencias más fuertes, porque será solo adulto. Mi sueño sigue intacto y es ser campeona mundial», dice convencida Gabriela, que ya tiene mucha competencia de su, Estefany Izaguirre.
La karateca está programada, tiene bien señaladas las fechas importantes para tener un año exitoso. Si bien su gran objetivo es destacar en San Salvador 2023, porque estará ante su gente, Gaby sabe que esta semana es la primera prueba grande que tendrá, porque en México peleará por una de las dos plazas femeninas para los Panamericanos de Santiago.
Para esta prueba se ha estado preparando desde el año pasado, estuvo casi dos meses en Chile porque allá hay un buen nivel y le sacó el máximo provecho, a pesar de que le tocó pasar las fiestas de fin de año lejos de su familia y tuvo que ver en la línea cómo ganaba su primera Espiga Dorada.
Gabriela se tiene mucha fe de conquistar los Centroamericanos y del Caribe, sobre todo porque ya tiene un parámetro de lo que se encontrará.
«San Salvador solo es adultos, va estar difícil, pero que se venga ya. Ya he peleado con la mayoría. En la edición pasada que fue en Colombia me fui a la final con una representante de Venezuela que ahorita mismo es la campeona mundial en circuitos mundiales, está bien fogueada, tiene mucha experiencia. El año pasado pude ganarle», declaró.2