La legislatura 2018-2021 concluye sus tres años de funciones el 30 de abril de este año y a su paso ha dejado una estela de críticas de la sociedad salvadoreña por sus gastos en viajes y viáticos, seguros de vida, denuncia de plazas fantasmas, inasistencias de los diputados a las plenarias y reuniones de comisiones, pago de bonos y deudas con proveedores.
Lo más reciente que ha ocurrido en la Asamblea Legislativa es que los diputados querían cobrar el bono de estos primeros seis meses antes de concluir funciones. La entrega ya había sido avalada por los partidos ARENA, FMLN y PDC en la junta directiva de la Asamblea, pero fue derogada con el acuerdo N.° 2,979, aprobado el 8 de abril de este año.
El año pasado, la entrega del bono semestral para los diputados de la Asamblea Legislativa y los empleados significó un gasto de $3,183,456.2 para las finanzas del Estado.
En contra de la actual legislatura, la Fiscalía General de la República tiene una investigación luego que el Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (Sitral) denunció la existencia de al menos 1,200 plazas fantasmas en ese órgano del Estado.
Esos señalamientos provocaron que la Fiscalía allanara, por cinco días, las oficinas de la Asamblea Legislativa y de los partidos ARENA, FMLN, GANA, PCN, PDC, Cambio Democrático y del diputado no partidario, Leonardo Bonilla. El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya explicó que de confirmarse la cifra de plazas fantasmas denunciadas por Sitral, representaría un desfalco de $75 millones a las arcas del estado solo en esta legislatura.
La legislatura 2018-2021 no solo ha sido señalada por las plazas fantasmas, sino también porque los diputados no han asistido a trabajar a las comisiones y plenarias. A pesar de las ausencias, la pagaduría de Asamblea Legislativa no ha realizado los descuentos salariales a los diputados, según publicó «Diario El Salvador» el 8 de enero de este año.
En el contexto de la campaña electoral para las elecciones del 28 de febrero pasado diferentes medios de comunicación documentaron que la ausencia de diputados imposibilitó celebrar varias reuniones de las comisiones de trabajo.
En contra de la actual junta directiva de la Asamblea también pesa una demanda de amparo ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia por el impago de $135,369.18 en concepto de insumos adquiridos a finales de diciembre de 2019, para la construcción de oficinas para diputados.
Hasta la fecha, la junta directiva de ese órgano del Estado mantiene la deuda, y esta situación ha generado que la Sociedad Grupo Ferresal y JM Construcciones por medio de su apoderado legal y judicial, Roberto Cevallos, pida el embargo preventivo de bienes de los directivos de la Asamblea por el monto adeudado.
Seguros, viajes, viáticos y pandemia
La Asamblea gastó el año pasado $547,080 en la compra de un seguro de vida para diputados y empleados legislativos; la vigencia del servicio concluye el 25 de noviembre de este año.
Asimismo, varios medios de comunicación han publicado que el año pasado la Asamblea erogó $50,524.97 en la compra de boletos aéreos y $64,270.87 en viáticos para los diputados. En 2019, la Asamblea gastó solo en 11 meses y en la compra de 132 boletos aéreos $205,353.73. También erogó $68,000 para la compra de 21 teléfonos celulares para los integrantes de la junta directiva de la Asamblea y jefes de fracción de todos los partidos políticos.
A estos beneficios se suma el hecho que los vicepresidentes de la Asamblea Legislativa han tenido asignados hasta $18,374.58 mensuales para contratar empleados, mientras que los secretarios $16,590.69.
Para el diputado de Cambio Democrático Juan José Martel esta legislatura también mantuvo un bloqueo constante en contra de las iniciativas del gobierno del presidente Nayib Bukele, especialmente en la aprobación de fondos para el Plan Control Territorial y de la pandemia por la COVID-19.
«Lo más increíble de esta legislatura es que a pesar de que tuvimos todo el 2020 una situación grave de emergencia para el país con la pandemia aquí pareciera ser que no importó y la oposición sin tregua continuó y nunca se dieron cuenta de que en realidad a quien estaban atacando era a la población y que estaban atentando contra la vida, la salud y la seguridad de la ciudadanía», valoró Martel, quien no fue reelecto en las urnas el 28 de febrero pasado.
El jefe de fracción del partido GANA, Guadalupe Vásquez esta legislatura «casi solo fue más de confrontación y de discusiones estériles» del Legislativo en contra del Ejecutivo.
«No hubo la suficiente capacidad de los partidos para ponerse a la altura de la demanda de la población», criticó el jefe de fracción de GANA, quien no fue reelecto en las urnas.
«No hubo la suficiente capacidad de los partidos para ponerse a la altura de la demanda de la población y eso desmerita un poco el trabajo legislativo. Que no se hizo lo suficiente, no se hizo lo mejor».
Guadalupe Vásquez/Jefe de fracción de GANA
«La oposición sin tregua continuó y nunca se dieron cuenta de que en realidad a quien estaban atacando era a la población y que estaban atentando contra la vida, la salud y la seguridad».
Juan José Martel/Diputado de Cambio Democrático