Luego de que el FBI allanó el lunes en la noche Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump en Florida, gobernadores y candidatos a ese cargo para las elecciones de noviembre señalaron la acción como una instrumentalización de la política y dijeron que el país se convirtió en una «república bananera». Además, señalaron la doble moral de las autoridades al hacerse de la vista gorda para investigar a personas vinculadas a la administración de Joe Biden.
«La redada es otra escalada en el uso de armas de las agencias federales contra los opositores políticos del régimen, mientras que personas como Hunter Biden (hijo del presidente) son tratadas con guantes de seda. ¿Ahora el régimen está obteniendo otros agentes del Servicio de Impuestos Internos para ejercer contra sus adversarios? República bananera», escribió en su cuenta de Twitter el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
La expresión «república bananera» hace referencia a un país, gobierno o clase política corrupta ante los intereses comerciales de un ente o varias compañías. También es utilizada como una frase despectiva y racista al recordar a países centroamericanos donde empresas estadounidenses hacían plantaciones de plátanos.
Para otros especialistas la frase indica un gobierno inestable y empobrecido.
En cuanto a Hunter Biden, hijo del presidente Biden, es conocido por estar lligado a la prostitución, compra de drogas, tenencia de crack y haber tenido problemas legales como fraude de impuestos y lavado de dinero. Medios de comunicación estadounidense incluso publicaron que agentes del FBI encubren información de Hunter Biden sobre una investigación sobre las actividades comerciales en curso en el extranjero en países como Ucrania.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, también salió en defensa de Trump. «La redada del FBI en la casa del [ex]presidente Trump es un arma política sin precedentes del Departamento de Justicia. Han estado detrás del presidente Trump como candidato, como presidente y ahora como expresidente. Usar el sistema de justicia penal de esta manera es antiestadounidense», compartió.
«Oye, FBI , ¿algún interés en la computadora portátil de Hunter Biden?», señaló la candidata a la gobernación de Arizona, Kari Lake.
La trama de la computadora portátil de Hunter Biden pasó a manos del FBI en 2019 luego de que el dueño de un taller de reparación en Delaware alegara que el aparato en su poder perteneció el hijo del presidente, pero que nunca lo recogieron. Diferentes medios conservadores retomaron la historia antes de las elecciones de 2020 pero los demócratas lograron silenciar los correos electrónicos obtenidos por el equipo de campaña de Trump. Este año, el medio Daily Mail retomó el contenido de la computadora, dando credibilidad al material que reveló uso de sustancias ilegales y la vulneración de las leyes federales contra la prostitución, además de varios videos perturbadores del hijo del presidente.