Lo que por décadas habían solicitado docentes, artistas y estudiantes, el Gobierno del presidente Nayib Bukele lo hizo realidad: la formación en artes es gratuita en el país.
La medida ha generado un «impacto gigantesco», sostiene Rolando Chicas, director del principal centro de formación artístico del Estado, el Centro Nacional de Artes (CENAR).
La decisión del Gobierno fue dada a conocer en el primer ciclo lectivo 2020 y desde entonces la educación artística ha adquirido el principio de universalidad.
Tras conocerse la noticia, el CENAR asumió el compromiso de atender a toda la población que acude hasta el centro de estudios y con la llegada de la pandemia de la COVID-19 implementó la modalidad virtual en su oferta académica, la cual fue adaptada según las condiciones de espacio, herramientas o materiales que poseían los estudiantes.
El Centro Nacional de Artes fue creado justamente con la visión de promover todas las manifestaciones artístico-culturales en El Salvador y con el tiempo ideó programas para atender no solo a estudiantes activos y registrados en el centro de estudios sino a usuarios externos desde la primera infancia hasta personas de la tercera edad.
Por ejemplo, los más pequeños (junto a padres o adultos responsables) participan en el programa «Manitas al agua» que consiste en teñir o grabar prendas infantiles. En el caso de los adultos mayores, estos pueden formar parte del programa especializado de teatro. En el CENAR hay oportunidad para todo el que desee aprender cualquier rama artística y acorde a la edad del participante.
Más recientemente, se han replanteado las formas de educar. Se toman en cuenta los conocimientos previos de cada estudiante al ingresar al CENAR. «Lo que queremos es que ellos generen criterio propio e individual para la creación artística. Respetamos lo autodidacta y orientamos» sobre la profesionalización, explicó Chicas.
El director del CENAR habló con «Diario El Salvador» sobre la importancia de la educación artística para El Salvador y la decisión de que esta sea gratuita y se mantenga así.
¿Cómo va la formación de los nuevos talentos en las artes desde el CENAR?
Desde que el Gobierno ingresó y tomó poder sobre nuestros centros de formación, el primer cambio que se hizo y fue de un impacto gigantesco para los alumnos es que la formación se hizo gratuita. Eso es algo que por décadas se estuvo solicitando por parte de los artistas y los estudiantes. Fue una de las primeras acciones por parte de la ministra de Cultura, la gratuidad en la formación artística en todas las ramas.
¿Y cómo impactó esto en el número de estudiantes?
Coincidió con la época de la pandemia. No estábamos preparados para la pandemia, por supuesto, y nos tocó replantear la formación artística para El Salvador, y lo vimos como una oportunidad porque pudimos alcanzar a personas en todo El Salvador y por primera vez tuvimos alumnos en el extranjero. Atendimos a salvadoreños en Honduras, en Estados Unidos y China.
Obviamente, hablamos de la formación virtual.
Exacto. Nos permitió la formación virtual a través de redes sociales. La primera experiencia que tuvimos fue un taller de fotografía artística con teléfonos celulares. Eso fue en la primera semana que fuimos a cuarentena. Estábamos acostumbrados a trabajar con grupos de 35 alumnos como máximo. Nosotros creímos que, como primera experiencia de formación artística en la virtualidad, serían de 20 a 30 personas. La sorpresa fue que a las dos horas que habíamos publicado en redes sociales la oferta académica teníamos aproximadamente 2,000 solicitudes de inscripción. Fue una sorpresa gigantesca. Nos asustó también porque es un número gigantesco, pero la instrucción fue atenderlos a todos. Y a través de la virtualidad eso fue muy fácil.
¿Cómo se ha mantenido la participación, ya sea virtual o presencial?
Los cursos virtuales se mantienen, pero como se tiene la opción de venir de forma presencial al CENAR, esta tendencia de la virtualidad ha disminuido. También descubrimos que no era posible dar algunas clases virtuales, por ejemplo, escultura. En una primera instancia no sabíamos cómo se podía desarrollar porque aquí dábamos talle en piedra, talle en madera, técnicas que necesitan espacio físico para trabajarse. Entonces, los alumnos no pueden trabajar en sus casas en piedra, en cemento, porque se necesitan espacios grandes. Con las maestras ideamos un plan para que las clases de escultura se hicieran en pequeño formato, por ejemplo, con papel maché y elevando la calidad del trabajo.
¿Qué carreras tienen más demanda?
Las que actualmente siguen teniendo mucha demanda son fotografía y la clase de dibujo.
¿Cuál es la población actual del CENAR?
900 estudiantes, el 65 % son mujeres, y las atendemos en cursos permanentes desde los cuatro años y primera infancia en cursos especiales y actividades especiales que se hacen con padres de familia. Una de las actividades que tiene mucho éxito es «Manitas al agua» donde invitamos a los cuidadores y padres de familia a que trabajen con sus bebés con pigmentos naturales. Lo que imprimen son sus mamelucos o sus camisitas. Los niños juegan con el agua y descubren cómo entra una prenda blanca y cuando sale de otro color.
OFERTA ACADÉMICA DEL CENAR
Talleres libres. EL CENAR dispone de 64 talleres. Tiene dos escuelas: la Escuela de Artes Visuales y la Escuela de Teatro. En artes visuales está el diplomado de técnicas pictóricas y el diplomado en técnicas escultóricas, de un año cada uno. En la Escuela de Teatro está el diplomado en actuación que dura tres años. Los cursos libres también se desarrollan en las diferentes escuelas y hay cursos especializados para adultos mayores.
Formación artística familiar. Abarcan desde la primera infancia hasta adultos mayores. Las familias completas llegan al CENAR a recibir formación artística. «Es lindo ver a las abuelas traer a sus nietos a teatro infantil y ellas reciben teatro especializado para adultos mayores […] eventualmente, ese niño va a crecer y recordará cuando recibía clases con su abuela. Qué bonito sería que ese niño crezca y traiga a sus hijos y nietos, y así generaciones enteras se sumergen en el arte y la cultura», indica el director del CENAR.
Proyección nacional e internacional. Una de las prioridades es la proyección de los artistas dentro y fuera de las fronteras patrias. Internamente se ha logrado abrir espacios, como el Palacio Nacional, para nuevos artistas. Y con el programa de becas de la República Popular China se presentan obras teatrales dentro y fuera del país. En el tema de la proyección internacional, algunos estudiantes trabajan en galerías virtuales. «Trabajamos de la mano con cancillería. Estamos trabajando en la exhibición de un alumno, Andrés Guardado, que va a exhibir sus trabajos en la embajada de El Salvador en México. Paralelamente se va a inaugurar en Brasil y una en cancillería (en El Salvador). Este alumno tendrá una exhibición en Latinoamérica», detalla Chicas.
Turismo-cultural. Con la promoción turística en el país, específicamente los torneos de surf los estudiantes del CENAR tienen otras oportunidades para mostrar sus creaciones e intercambiar sus experiencias con extranjeros. «Creemos en el turismo cultural. Los nacionales presentan sus trabajos a extranjeros. En los torneos de surf los alumnos exponen sus trabajos y trabajan en vivo». Otro eje del turismo-cultural radica en que el CENAR invita a artesanos de Nahuizalco (Sonsonate), La Palma (Chalatenango), entre otros lugares, para que muestren su trabajo artesanal junto al de los estudiantes.