El Gobierno del presidente Nayib Bukele, a través de la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM), entregó anoche el revitalizado centro histórico del distrito de San Vicente, un proyecto que ha cambiado la imagen de la cabecera departamental y que mejorará la dinamización del turismo.
La entrega oficial comenzó con el encendido de la torre y los demás edificios intervenidos, un momento de aplausos y alegría de los vicentinos, quienes esperaron desde temprano ser testigos de las renovaciones hechas.
Las personas aprovecharon la oportunidad de fotografiar la imagen de San Vicente Abad y Mártir. Las obras consistieron en la modernización del parque Antonio José Cañas y la icónica torre vicentina construida entre 1928 y 1930. Este símbolo fue renovado por completo, y el reloj ahora es escuchado a lo largo del Valle de Jiboa, informaron las autoridades.
Este espacio ahora cuenta con 86 nuevas luminarias, red eléctrica subterránea, nuevo mobiliario urbano, diseño de paisajes, cámaras de vigilancia, nuevo sistema de agua potable, lluvias y negras, entre otras mejoras.
Asimismo, fue renovada la catedral con una moderna iluminación led, reflectores, restauración de la fachada, puertas y ventanales.
A una cuadra del lugar, las cuadrillas de la DOM transformaron de igual manera la plazuela Álvaro Quiñónez y Osorio con cableado subterráneo, obras de drenaje, nuevo mobiliario urbano, piso de ladrillo, canchas para practicar baloncesto y fútbol con grama sintética, iluminación led, juegos infantiles y chalés.
«Nos llena de mucha satisfacción entregar este nuevo centro histórico con una inversión de más de $7 millones», expresó Carolina Cardona, representante de la DOM.
«Valió la pena esperar, ha quedado lindo nuestro parque. Extrañábamos la torre, la guirnalda que nos representa, pero ahora la vemos más hermosa y la vamos a disfrutar. Gracias al presidente Nayib Bukele, gracias a la DOM por todo lo que ha hecho en la ciudad, ha quedado impresionante cada cambio», opinóla vicentina Mariela Carrillo, asistente al evento.
Además, las calles del centro histórico fueron renovadas con superficies de adoquín y asfalto, garantizando la seguridad peatona