Desde que inició su período, la administración del presidente Bukele ha impulsado una transición hacia las energías renovables, para depender menos de los hidrocarburos y del impacto económico que generan en el bolsillo de los salvadoreños, además de su nociva influencia en el medio ambiente.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), Daniel Álvarez, destacó los esfuerzos que llevó a cabo el país en ese sentido en el marco de la doceava asamblea de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), la cual fue presidida por él y la canciller Alexandra Hill en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, el pasado 15 y 16 de enero.
«Estamos impulsando los proyectos de energías renovables tanto públicos como privados. Aquí el Estado brinda la facilidad a la hora de invertir en proyectos de energías renovables y no aquellos de los que no tengamos el control de sus precios», explicó Álvarez.
La apuesta del Gobierno y las empresas estatales busca que la economía del país no se vea golpeada por el precio internacional del petróleo, puesto que eso influye directamente en el pliego tarifario.
Para ilustrar al respecto, en el último ajuste trimestral que dio a conocer la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), para el periodo del 15 de enero al 14 de abril, el megavatio hora (MWh) tendrá un precio de $144.347998, lo que se traduce en una variación del 7.44 % en el precio promedio al consumidor final, respecto al trimestre anterior.
Según la SIGET, este aumento se debe justamente a los cambios en los costos de los hidrocarburos, que afecta directamente en la producción de los generadores térmicos de El Salvador y de los contratos a largo plazo.
Asimismo, de septiembre a noviembre de 2021, el precio del combustible búnker, a nivel mundial, subió un 11.15% en comparación al trimestre anterior, sumado a la tendencia al alza sostenida a nivel internacional desde 2020 y a la transición de la época lluviosa a la época seca.
Por ello, las instituciones y empresas estatales se han dedicado a fortalecer la geotermia, potenciar las centrales hidroeléctricas, darle auge a la energía eólica y fotovoltaica y explorar la energía mareomotriz. Elementos renovables que no fueron aprovechados en gobiernos pasados, según el presidente de la CEL.
El último informe del Consejo Nacional de la Energía (CNE) subrayó que la generación de este tipo de energías limpias aportó un 83.8 % a la oferta del territorio en el acumulado del año pasado.
La institución aseguró que las fuentes que mayor cantidad de gigavatios (GW) contribuyeron fueron: las centrales hidroeléctricas, con 1,731.12 MWh, y las geotérmicas, con 1,449.44 MWh.