A pesar de las dificultades que enfrenta el mundo por los «shocks» económicos derivados de la pandemia COVID-19, la inflación, la guerra entre Ucrania y Rusia, la cadena de suministros y otras afectaciones, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez, afirmó ayer en una entrevista televisiva que la economía salvadoreña continúa con rumbo positivo.
«Podemos destacar seis “shocks” económicos internacionales a los cuales El Salvador se ha enfrentado y que a pesar de estos se han tomado las mejores estrategias y políticas para mantener al país en un mejor crecimiento positivo», afirmó el funcionario.
Asimismo, explicó que «nunca El Salvador por sí mismo había crecido», ya que, según sus palabras, «regularmente cuando hay “shocks” económicos internacionales que afectan de modo negativo al mundo, siempre el país tenía una caída en su producto interno bruto».
Esta «resiliencia» del músculo económico salvadoreño, de acuerdo con el titular del BCR, es dada por las medidas implementadas por el presidente Nayib Bukele de forma «oportuna rápida y efectiva» y que están dando las señales que se necesitan para el crecimiento económico histórico del país.
«Anteriormente no habíamos tenido un período tan lleno de “shocks” económicos en la economía internacional. Es la primera vez en el país que a pesar de tener estas condiciones todavía tenemos un crecimiento mayor que en los últimos 20 años», reafirmó.
De esta forma, el presidente del BCR descartó que la economía salvadoreña caiga en recesión en lo que resta de 2022, ya que, según datos oficiales, el producto interno bruto (PIB) del país creció en los dos últimos trimestres un 2.6 % y un 2.8 % respectivamente.
Además, Rodríguez calificó estos acontecimientos mundiales como «frenos del crecimiento económico», pero, a pesar de las afectaciones, la economía de El Salvador proyecta un crecimiento de 2.8 % en el cierre del año.
El repunte económico, según datos del banco estatal, viene dado por cuatro factores, que involucran las condiciones de seguridad que favorecen la confianza de la población y los inversionistas, el posicionamiento del país como destino turístico a escala internacional, las medidas antiinflacionarias y las medidas de contención de la pandemia COVID-19.
«Estos cuatro factores internos impulsaron el crecimiento de la economía de El Salvador y amortiguaron el impacto de las condiciones internacionales adversas. Con este resultado, aunado al registro del primer trimestre, se podría confirmar que El Salvador no tendrá una recesión en este año», concluyó el titular del BCR.