El patrimonio de más de ocho mil familias que por décadas estuvo en manos de las pandillas ha sido recuperado por el gobierno del presidente Nayib Bukele, a través del Ministerio de Vivienda, como parte de los resultados de la estrategia implementada para acabar con las maras.
Según los registros oficiales, la intervención efectuada por las fuerzas del orden en colonias y comunidades en el marco de Plan Control Territorial, y consecuentemente, con el régimen de excepción, ha permitido hasta el momento recuperar 8,431 viviendas a escala nacional, equivalentes a $110 millones en créditos ya escriturados.
Recientemente la ministra de Vivienda, Michelle Sol, dijo que sólo en el reparto La Campanera, situado en el distrito de Soyapango, fueron recuperadas más de 900 casas, de las cuales 700 ya fueron escrituradas a favor de las familias por un monto de $5 millones; mientras, los 200 restantes están en proceso de escrituración.
«Hemos realizado un trabajo importante en la recuperación de viviendas que estaban desmanteladas y abandonadas, más de 900. Pronto cada una de esas viviendas llegará a tener el número de casa porque los delincuentes se los quitaron y no había identidad, nadie podía saber cuál era el número de tu casa porque significaba un señalamiento», aseguró la funcionaria.
Esta colonia fue por muchos años uno de los bastiones de la pandilla 18, cuyos criminales se encargaron de expulsar a los propietarios de las casas para usurparlas y luego ponerlas en alquiler y con el dinero obtenido financiar las actividades delincuenciales de la estructura criminal.
Los inmuebles abandonados, llamados «casas destroyer» también eran utilizados como punto de reunión de los mareros para planificar crímenes contra la población y como espacios para ocultar armas, droga, violar a mujeres, torturar y hasta para practicar rituales satánicos.
CAPITALINOS LOS MÁS GOLPEADOS
Apropiarse bajo amenazas del patrimonio de la población fue implementado por los grupos terroristas en todo el país entre 2000 a 2019 ante la carencia de autoridad. Actualmente, el gobierno ha logrado recuperar las más de 8,000 viviendas en 12 departamentos, siendo San Salvador el de mayor registro con más de 6,000 casas recuperadas, seguido de La Libertad con más de 1,300. (ver gráfico)
En ese mismo orden, el monto equivalente para el primero supera los $66 millones, mientras que para el segundo es más de $17 millones, seguido de Santa Ana con una cifra que supera los $6 millones y La Paz por un monto superior a los $3 millones en viviendas.
Al respecto de todo el trabajo efectuado por el gobierno para devolver el patrimonio a los ciudadanos y poner las tras las rejas a los criminales, la ministra Sol dijo: «Quienes no solo se tomaban los territorios y ponían las reglas de convivencia ya no están».
Agregó que «ahora que las políticas de seguridad de nuestro presidente han llevado la paz a nuestras comunidades las familias viven con tranquilidad y ambiente que les permite desarrollarse mejor, retomando su vida cotidiana normal al pedir un delivery, una pizza o recibir una visita, antes era imposible (hacerlo) por las fronteras imaginarias que existían» impuestas por las pandillas.
Los operativos sorpresa casa por casa que ejecuta la Policía Nacional Civil (PNC) en colonias y comunidades para verificar la documentación legal de quienes habitan las viviendas ha sido clave constatar que no sean usurpadas por familiares de pandilleros o colaboradores.
Estas acciones policiales han complementado el trabajo del ministerio de Vivienda para devolver el patrimonio a miles de familias que fueron desplazadas por la criminalidad de las pandillas.
La ministra Sol también se ha referido a que ahora hay facilidad para que ciudadanos interesados puedan obtener casas recuperadas mediante el Fondo Social para la Vivienda (FSV).
«El programa de viviendas recuperadas brinda facilidades como cero prima y tasa de interés del 2 % para las reparaciones de sus viviendas, no solo les damos el crédito del inmueble porque solo son las paredes, sino el crédito para la reconstrucción de su casa. Las cuotas son más baratas que la de un alquiler», dijo.