La alcaldía de San Salvador, el Ministerio de Cultura y las empresas privadas del Centro Histórico capitalino han sumado esfuerzos para recuperar la vitalidad de las joyas arquitectónicas que por varias décadas estuvieron descuidadas, dañadas y escondidas en medio de los comercios informales. El edificio Ex-Telégrafo y en el que anteriormente funcionaba el Banco Cuscatlán han comenzado a ser intervenidos con la autorización y los parámetros culturales.
Edificio ex-telégrafo
Desde el 1.º de septiembre, el edificio Ex-Telégrafo comenzó a ser remozado por primera vez en casi tres décadas. Una empresa experta en restauraciones, contratada por la compañía privada propietaria del inmueble, lo ha lavado, saneado y pintado.
Noé Barrera, coordinador de la obra, explicó a «Diario El Salvador» que el Ministerio de Cultura les compartió las indicaciones de cómo deben tratarse las paredes de ese patrimonio, cuáles elementos se pueden intervenir y cuáles no, así como la paleta de colores para cada parte del edificio. El zócalo o la parte baja se ha pintado del tono foggy day, las paredes externas y los costados tienen un tono sandbar, las columnas son de la tonalidad universal shaki y los canecillos, dover white. «La base del edificio tenía cortes y picaduras. Había pedazos que los habían quitado, sobre todo en las esquinas. Hemos tratado de rehacerlos. Tenía muchos hoyos de clavos que los vendedores habían puesto», detalló Barrera.
Edificio Ester Ábrego
El edificio Ester Ábrego, que fue construido entre 1947 y 1948, está en la 3.ª avenida norte y calle Arce. Actualmente, en este funcionan una farmacia, una venta de lácteos y otros negocios. Norma Serrano, encargada de la farmacia, explicó que antes la fachada del edificio estaba pintada con rojo y azul. «Nosotros la cambiamos porque vimos que la gente ahora anda tomando fotos, andan los turistas viendo, entonces tiene que estar bonito», dijo.
Las paredes exteriores del recinto lucen ahora blancas. De acuerdo con Salvador Guardado, empleado de la venta de lácteos y representante de la propietaria del edificio, por el momento están preparando una solicitud a la alcaldía de San Salvador para que expertos visiten el lugar y hagan una cala cromática a fin de determinar cuál es el color original de la infraestructura para proceder con la restauración. «Con base en la primera pintura de la pared, la alcaldía nos enviará el código del tono para que pintemos el edificio», detalló.
Edificio de la exferretería Panades
Este edificio fue construido en 1942 y está entre la calle Arce y la 1.ª avenida norte. En la actualidad ha sido arrendado por extranjeros que comercializan productos varios. Es uno de las más emblemáticos del sector y aún no ha sido intervenido puesto que el Ministerio de Cultura lo declaró «con alto valor patrimonial», por lo que deberán llegar equipos a establecer una cala cromática para determinar los colores que se deben usar al pintarlo.
Edificio del ex Banco Cuscatlán
En junio pasado, las autoridades del Ministerio de Cultura y de la alcaldía de San Salvador emitieron un permiso a los propietarios del inmueble para que restauraran la parte externa del lugar, con base en una paleta cromática establecida. «Comenzamos a ordenarlo por dentro en abril, a limpiarlo, a sanear paredes, canales, porque ya tenía varios años abandonado; además, todas las entradas del edificio estaban totalmente obstaculizadas por los vendedores en las aceras», explicó Ezequiel Delgado, encargado del inmueble. Detalló que por el momento no están autorizados para modificar la fachada, solamente para pintar.
Bóveda del exbanco
Dentro del edificio permanece intacta la bóveda del ex Banco Cuscatlán. De acuerdo con Ezequiel Delgado, encargado del inmueble, a ese espacio no había acceso desde 2004, cuando dejó de funcionar la institución bancaria. De hecho, la puerta de la bóveda ha quedado pegada al suelo, en la misma posición en que la dejaron los encargados del banco cuando finalizaron sus operaciones.