El Plan Control Territorial impulsado por el presidente Nayib Bukele ha sacado a El Salvador de la lista de países más violentos, ha reducido drásticamente los homicidios y logrado que por una semana y media no se registren hechos violentos en contra de los ciudadanos.
Diferentes gremiales —entre las que destacan la Asociación Salvadoreña de Industriales, la Asociación de Empresarios de Autobuses y la Asociación de Distribuidores de El Salvador— se han pronunciado a favor del régimen de excepción como una medida eficaz para detener las extorsiones, un delito que creció en la medida que los gobiernos de ARENA-FMLN permitieron a las pandillas fortalecerse, armarse y financiarse, incluso con el dinero del erario, además de prestarles instalaciones para prácticas de tiro, como sucedió con la administración del Frente.
Pero el Plan Control Territorial va más allá que la guerra contra las pandillas que a diario libran policías y militares tanto en las zonas urbanas como en inhóspitas áreas rurales, en donde se esconden los criminales para evitar ir a prisión. Gracias a que la nueva Asamblea Legislativa superó el bloqueo que mantuvieron ARENA-FMLN y sus aliados en contra de los préstamos para combatir a la delincuencia, ahora las fuerzas de seguridad tienen el equipo necesario para combatir a los delincuentes.
Modernos vehículos para desplazarse en cualquier terreno, además de armamento nuevo, chalecos blindados, cascos y todo tipo de equipo de apoyo están disponibles para combatir a las pandillas.
El refuerzo ha llegado también a la Fuerza Naval que ahora cuenta con embarcaciones para combatir a los narcotraficantes internacionales. De hecho, en los últimos días se han dado importantes golpes contra las estructuras que trasiegan drogas en aguas internacionales. El viernes pasado, por ejemplo, se interceptó una lancha que transportaba 2.2 toneladas de cocaína con un valor en el mercado de Estados Unidos de $55 millones. Un día después, un nuevo cargamento de droga de 700 kilogramos valuado en $17 millones fue incautado por las fuerzas militares.
De acuerdo con el ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy, en los últimos 13 meses se han decomisado cargamentos de drogas por un valor de $400 millones. La nueva encargada de Negocios de la embajada estadounidense en el país, Katherine Dueholm, felicitó al presidente Bukele y a la Fuerza Armada por la millonaria incautación del viernes pasado. «Este es un golpe importante contra el narcotráfico», reconoció la diplomática en Twitter.