El Salvador avanza por un buen camino, ya que mejoró radicalmente desde que la vieja política quedó sepultada en las urnas y estrenó un Gobierno que tiene como prioridad a las personas y no a las decrépitas ideologías que trajeron luto, pobreza y corrupción.
El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), denominado «Desarrollo humano en el bicentenario, El Salvador 2021», enumera los desafíos a los que se enfrenta el país frente a la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, gracias a su excelente respuesta, el PNUD considera que hay condiciones para superar el umbral de desarrollo humano medio hacia el umbral de desarrollo humano alto.
«El país tiene la oportunidad histórica de impulsar una recuperación sostenible que permita avanzar más en el desarrollo humano», consideró Rafael Pleitez, economista jefe de la misión del PNUD en el país. La representante residente del programa, Georgiana Braga-Orillard, también cree que el país tiene una gran oportunidad de «utilizar la fuerza de la naturaleza para encontrar soluciones duraderas al impacto ambiental», en consonancia con los planes del Gobierno del presidente Nayib Bukele de apostar por las energías renovables como fuentes del aparato productivo nacional.
Gracias a que el país dejó atrás 30 años de administraciones de ARENA y del FMLN, se abren nuevas posibilidades para el desarrollo. En este momento se puede avanzar hacia modelos que apuesten por ser más inclusivos, sostenibles y resilientes, considera el PNUD. Esto solo es posible debido a que se sustituyeron la corrupción y la ineficiencia de los gobiernos anteriores, que mantenían estancado al país.
Prueba de ello es que el informe de desarrollo humano presentado por el PNUD señala, precisamente, la falta de crecimiento hasta inicios de 2019, el año en el que asumió el Gobierno del presidente Bukele. Antes de eso se detectaron nulos avances y los resultados de los esfuerzos actuales se conocerán en los próximos meses. Ha sido una titánica tarea la de recuperar el dinamismo y, al mismo tiempo, liberar al país de todas las cadenas que por décadas impidieron un verdadero despegue.
Pero hay mucha esperanza en ello, debido al excelente manejo de la pandemia, al apoyo a los ciudadanos y sectores productivos durante las cuarentenas, la distribución de alimentos, la entrega de computadoras y libros de texto para alumnos y la apuesta por energías limpias, misma que ha valido el reconocimiento internacional de Irena (Agencia Internacional de Energías Renovables, por sus siglas en inglés).