El Congreso de Guatemala evaluará hoy un nuevo estado de calamidad en todo el país, que fue decretado por el Gobierno de Alejandro Giammattei el jueves luego de una evaluación con el Consejo de Ministros, ante el desenfrenado avance de los casos de la COVID-19. La medida ya ha sido rechazada una vez por el Órgano Legislativo por ser considerada insuficiente para sacar al país de la crisis.
Mientras el país se enfrenta a otro debate político, las jornadas de vacunación en las que enfatizan los expertos en salud y los mismos diputados, no progresan. El Ministerio de Salud informó ayer que solo el 12 % de 10.5 millones de habitantes ha completado su vacunación contra el coronavirus.
Ayer, el presidente de Congreso Allan Rodríguez, e integrantes de la junta directiva, convocaron a una sesión ordinaria para este sábado a partir de las 2:00 de la tarde, con el objetivo de analizar el estado de calamidad.
El decreto, que fue entregado ayer por el Ejecutivo, contempla un toque de queda que entrará en vigencia ahora a partir de las 8 de la noche y hasta las 4 de la madrugada del domingo a escala nacional. De acuerdo con el Gobierno, la restricción se prolonga hasta el 1.º de octubre.
También están prohibidas todas las actividades deportivas y reuniones sociales por un período de cuatro semanas.
«Quiero aclarar algo importante. Las restricciones de movilidad en este horario no significan que el virus se propague únicamente durante la noche. El virus no da tregua a ninguna hora», aclaró el presidente en cadena nacional.
«Limitar la movilidad en este horario nos permite dar un respiro al sistema hospitalario que ya está colapsado y se ve más presionado con los ingresos de personas que han sufrido accidentes de tránsito», aseguró el mandatario.
El periódico guatemalteco «Prensa Libre» publicó en sus redes sociales ayer que personal del sector discotecas, bares y restaurantes de la capital se protestaron contra el estados de calamidad. «Pedimos al presidente que nos dejen trabajar porque el estado de calamidad no nos va a llevar a ningún lado. Esta no es la solución para la pandemia que estamos viviendo», dijo uno de los manifestantes.
Guatemala reportó 4,938 infecciones y 57 defunciones en un día. Los casos subieron a 484,263 y a 12,155 los fallecidos. La tasa de mortalidad es de 68.9 por 100,000 habitantes.