La ministra de Salud de Guatemala, Amelia Flores, aceptó ahora en un citatorio ante el Congreso que firmó una carta dirigida al Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), a fin de que se le reintegren al Estado de Guatemala los $80 millones que canceló por los 8 millones de vacunas de Sputnik. Flores añadió que el Ejecutivo ha dado, además, al fondo ruso una prórroga de 20 días para exigir que envíen las segundas dosis que hacen falta. En total son 16 millones de dosis.
«Ellos (RDIF) en tres ocasiones nos han dicho que pueden devolver los recursos y es por eso que esta nota va dirigida a este tema y en función de que contemos con la cantidad de vacunas totales de la segunda dosis», detalló ante los parlamentarios.
El canciller guatemalteco Pedro Brolo retornó la semana pasada de Rusia sin un cronograma de entrega. Solo pudo decir ante el Congreso que otro lote de 400 mil dosis de la farmacéutica Sputnik V tendrían que llegar a «finales de esta semana». No hay certeza de los demás cargamentos.
Durante una conferencia de prensa, Brolo dijo en reiteradas ocasiones que Rusia le aseguró que «Guatemala es una prioridad». Sin embargo, el país, que ya canceló el 50 % de un contrato por 16 millones de dosis, solo ha recibido 150 mil en tres lotes.
«Pareciera que vamos a la deriva», reaccionó la diputada del bloque legislativo Winaq, Sonia Gutiérrez, durante otro citatorio con el canciller.
Para el ministro, el hecho que las entregas de las dosis pasen de 50 mil a 400 mil ya es verdadero avance y añadió que también tienen la opción de renegociar el contrato y comprar la vacuna Sputnik Light, que consta de una sola dosis.
La Sputnik V tiene dos componentes diferentes en su primera y segunda dosis. Guatemala solo ha recibido el equivalente al primer componente.
Los congresistas hicieron ver que Rusia tiene problemas para producir el componente de las segundas dosis. Brolo dijo que e Rusia no pudo compartir un cronograma por presentar dificultades en la producción global de vacunas, lo que probablemente se «normalizará hasta agosto».
«El pueblo guatemalteco lo que quiere saber es cuándo vienen las vacunas, esas 400 mil que van a venir ‘que posiblemente, que tal vez’, eso no nos da ninguna certeza», señaló la legisladora. Al ser consultado sobre el pago del otro 50 % del contrato, Brolo respondió que «según la instrucción del Gobierno, no se va a continuar hasta no tener seguridad con el primero 50 %» que saldó.
Por su parte, el viceministro de Hospitales, Francisco Coma apuntó que el Ministerio de Salud ya trabajó un documento jurídico para que el cronograma de entregas de las restantes dosis no exceda de diciembre.
Coma descartó saber las implicaciones de una renegociación como planteó Brolo y sostuvo que el repunte de casos por la COVID-19 es superior a la capacidad instalada en el país.
«No hay vacunas ni cronograma ni se sabe qué se está renegociando», reaccionó Gutiérrez.
Guatemala, que todavía lucha por abastecerse de vacunas, llegó a los 292, 674 casos acumulados y 9,147 fallecidos. El retrasado proceso de vacunación solo ha permitido la administración de 925,387 dosis.