Al menos tres países de Latinoamérica — Guatemala, Honduras y Argentina— ejercieron presión esta semana contra el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) por el incumplimiento del contrato con cada Gobierno en el retraso de cargamentos de dosis tanto del primer componente como del segundo de la vacuna Sputnik V, que protege de la COVID-19.
La bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) envió el martes a la embajada de Rusia en Guatemala una misiva dirigida al presidente Vladimir Putin, en la que solicitó un cargamento de 3 millones de dosis de la vacuna Sputnik V antes de finalizar el mes y 800,000 dosis del segundo componente.
Hasta el momento, al país ha arribado un total de 860,000 dosis —800,000 de la primera dosis y 60,000 de la segunda— de una negociación con un pago adelantado del 50 % para 16 millones de dosis de vacunas en total.
El canciller guatemalteco, Pedro Brolo, se reunió en junio con representantes de Rusia, y a pesar del encuentro, no le proporcionaron un cronograma de las próximas entregas. Brolo, en conferencia de prensa, comunicó que el fondo ruso tenía problemas de producción a gran escala y que esperaba que se normalizara a partir de agosto.
En el caso de Honduras ya dieron un ultimátum. El Gobierno firmó un contrato por la adquisición de 4.2 millones de dosis en marzo. En abril llegaron las primeras 6,000 dosis de negociaciones con el Instituto de Investigación Gamaleya, del Ministerio de Salud de la Federación de Rusia, y el 14 de mayo arribaron otras 400,000 dosis del primer componente. Esa misma cantidad del segundo componente todavía no ha llegado.
En mayo, el presidente Juan Orlando Hernández dijo que esperaban precisamente ese cargamento de 40,000 dosis dos o tres semanas después. «Ellos [FIDR] han anunciado el aumento del flujo de entrega a partir de junio», aclaró el mandatario. El viernes el Ministerio de Salud dijo que las dosis podrían llegar la segunda semana de agosto. Decenas de hondureños están sin completar su proceso de inmunización a falta de la segunda dosis.
Este escenario de incertidumbre provocó reacciones del coordinador general de Gobierno de Honduras, Carlos Madero. «Estamos sobre el tiempo y estamos haciendo gestiones para que manden el segundo componente», declaró, según el periódico «La Prensa». Adelantó que esperan una respuesta de Rusia pronto.
El Ejecutivo argentino, por su parte, aseguró terminar con el contrato si el fondo no envía el cargamento de segundas dosis faltante. El periódico «La Nación» tuvo acceso a una carta que la asesora del presidente Alberto Fernández, Cecilia Nicolini, dirigió a representantes del FIDR el 7 de julio.
Argentina pactó con Rusia el suministro de 30 millones de dosis de la vacuna Sputnik V.
Del total, el país ha tenido acceso a 9.37 millones del primer componente y 2.49 millones del segundo. «Todavía necesitamos recibir las dosis pendientes del componente uno. Tal como lo indica el contrato, todavía tenemos pendientes de recibir 18,734,185 dosis (5.5 millones C1 + 13.1 millones C2). Aún estamos esperando el cronograma de entrega de julio que usted también acordó enviarnos en esa llamada, pero no lo recibimos. En algún punto, podríamos pensar en recibir más componente uno que dos, o pensar nuevas estrategias, pero urgentemente necesitamos algo del componente dos. A estas alturas todo el contrato está en riesgo de ser públicamente cancelado», dicta parte de la carta.
«Nosotros entendemos el faltante y las dificultades de producción de algunos meses atrás. Pero ahora, siete meses después, todavía estamos muy atrás, mientras estamos empezando a recibir dosis de otros proveedores en forma regular, con cronogramas que se cumplen», Cecilia Nicolini, asesora de gobierno argentino.