El guatemalteco Carlos Tórtola García y José Samuel Cruz Benítez, originario de Jucuarán, departamento de Usulután, fueron enviados a juicio por los delitos de tráfico ilícito de armas de fuego y agrupaciones ilícitas.
Según la Fiscalía General de la República los dos traficaban armas desde Estados Unidos y supuestamente las vendían estructuras del crimen organizado como pandillas.
Al finalizar la audiencia preliminar el Juzgado Especializado de Instrucción A-1 de San Salvador ordenó que los dos imputados enfrenten vista pública en un juzgado especializado de sentencia de la capital.
Consta en las diligencias de investigación que el ministerio público realizó que el 16 de febrero del año 2022 Tórtola García ingresó a la Aduana San Bartolo, con encomiendas provenientes de Estados Unidos y en la verificación se descubrió que entre la mercadería venía oculto un cargamento de armas valuado en más de $50,000.

En las indagaciones se determinó que las armas fueron enviadas desde Estados Unidos hacia Puerto Cortés, Honduras y el guatemalteco las ingresó a El Salvador. Fueron cinco fusiles, tres escopetas, tres culatas, dos cañones, dos revólveres, una pistola, 199 cartuchos de diferente calibre y 5,546 municiones de diferente calibre.
Como parte de las pesquisas realizadas para encontrar pruebas y anexarlas al proceso, el 17 de febrero del mismo año la Fiscalía junto a la Policía allanaron la casa de Cruz Benítez en el cantón Samuria, de Jucuarán ya que tenían certeza que era el destinatario de las armas.
La Unidad Penal del Estado de la Fiscalía luego de todas las evidencias halladas ordenó de forma oficial que el 20 de febrero de 2022, Cruz Benítez fuera detenido por dos delitos y lo identificaron como un colaborador de la Mara Salvatrucha.
Durante la fase de instrucción el ministerio público recopiló una serie de pruebas sobre el tráfico de armas que estuvieron consumando los dos imputados.
A Cruz Benítez, desde el principio los vincularon con la Mara Salvatrucha, su casa esta próxima al sector donde estuvo delinquiendo Santos Starlin Amaya, alias «El Maldito», un cabecilla de esa organización terrorista que en enero de 2022 fue arrestado en un motel de El Tránsito, San Miguel, por homicidio y feminicidio.
José Samuel Cruz Benítez, antes de ser capturado por este caso ya tenía antecedentes penales por tenencia y portación ilegal de armas de fuego. En mayo del año 2017 lo detuvieron con dos fusiles, un revolver 38 milímetros, una pistola y municiones.