Los docentes con padecimientos renales de la zona occidental ya cuentan con un centro especializado donde podrán recibir sus tratamientos médicos, con la habilitación del primer Centro de Hemodiálisis Magisterial del Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial (ISBM).
El nuevo centro de atención, ubicado en el centro de Santa Ana, cuenta con equipo de última generación y áreas especializadas donde los pacientes podrán recibir sus tratamientos de una manera personalizada.
La directora presidenta del ISBM, Silvia Canales, dijo que este centro es parte del plan estratégico de la institución, con el que buscan brindar una mejor atención a los docentes y también la autonomía, ya que anteriormente se contrataban servicios privados en salud para dar la atención a los docentes con padecimientos renales.
«Tenemos muchos usuarios del programa que necesitan de esta atención. Tenemos la capacidad de atender a 100 pacientes mensuales, pero el centro tiene la capacidad de adaptar otras máquinas en caso de que sea necesario», dijo.
Las nuevas instalaciones cuentan con seis máquinas para hacer hemodiálisis a igual número de pacientes en cada proceso, además de contar con cuartos de recuperación en caso de que los usuarios se descompensen durante el tratamiento.
El ISBM también ha contratado a personal médico especializado para brindar los tratamientos a los docentes, que anteriormente debían acudir al Hospital Nacional San Juan de Dios de Santa Ana o a una clínica particular para recibir sus hemodiálisis.
Según los registros del instituto, en la zona occidental se brinda atención a 21 docentes con padecimientos renales, que ya necesitan de hemodiálisis.
Sin embargo, la clínica también brindará servicios preventivos para evitar que los docentes lleguen al nivel de requerir tratamientos de hemodiálisis.
Corina Díaz de Torres, esposa de un docente, será una de las beneficiadas con la habilitación de este centro, donde acudirá a recibir sus tratamientos en mejores condiciones.
«Estos nos va a beneficiar mucho. Es de mucha utilidad contar con instalaciones propias. Nos ayuda bastante, ahora nos será más práctico. Está muy bonito.
Los equipos son de alta calidad y está bien cómodo, nos va a dar un mejor sistema de vida», dijo De Torres, quien lleva 10 años en tratamiento por padecimientos renales y ve con satisfacción este nuevo espacio.