Desde hace varios años se viene produciendo cine en El Salvador, así que esto no es noticia. Lo que sí es novedoso es que, por primera vez en cinco años, la producción nacional está en ascenso. Esto se debe a que varios cineastas, ya sea con recursos propios o con apoyo del Estado, han lanzado y han confirmado lo que ya es una realidad: hacer cine en El Salvador es posible.
Este año están por estrenarse varias producciones, una que ha generado muchas expectativas es «Luciérnagas en El Mozote», la primera coproducción estadounidense (Entertainment Group y Yari Film Group), con productores salvadoreños, con una inversión cercana a los $2 millones. Varias entidades del Gobierno brindaron total respaldo a la producción; sin ese apoyo los costos de producción se habrían elevado, lo que habría hecho imposible rodar en el país. El Ministerio de la Defensa, Corsatur, Mitur, ISTU, Politur, Migración, Aduanas, cancillería, hoteles y servicios de transporte creyeron en el proyecto y se sumaron. Héctor Moreno convenció a Panavisión para que el equipo de filmación estuviera a disposición.
Una de las mejores decisiones en el ámbito del cine que tomó la entonces ministra de Cultura, Suecy Callejas, fue incorporar a El Salvador en el programa Ibermedia, el cual ofrece apoyo financiero y fomenta la coproducción de películas de ficción y documentales en Iberoamérica. Desde que El Salvador forma parte ya son 19 proyectos financiados por más de $474,000. El año pasado, El Salvador fue la sede del Taller para Centroamérica y el Caribe, que no se hacía desde 2017. Esa es la ventaja que nos da ser parte de Ibermedia.
La Escuela de Cine (Escine) fue sede para que la Alianza Francesa desarrollara un curso de posproducción con el maestro francés Laurent Lindebrings, jefe de montaje del Instituto Audiovisual de Francia. Este curso estuvo dirigido a jóvenes centroamericanos que viajaron desde sus países hasta El Salvador.
Con el apoyo de Entertaiment Group, Escine trajo a Sandro Halphen, director ejecutivo mexicano, que impartió una «masterclass» sobre cómo vender tu película o serie. Con la ayuda de Argos vino Miguel Alonso Gutiérrez, director mexicano de escena y teatro, que impartió el «Curso del teatro a la imagen». Bajo el mismo marco del Festival de Cortos con Celular de Escine, y gracias a los patrocinadores, fue posible contar con la presencia de Eréndira Ibarra (actualmente en la serie «Accidente», de Netflix) que impartió una «masterclass» y formó parte del jurado principal. La empresa de telefonía Digicel y su programa Digitalks patrocinaron un taller de formación dirigido a jóvenes interesados en producir sus cortos para el festival. Con la Embajada de México y Argos Media Group hicimos posible traer a Martín Hernández, ingeniero de sonido, que ha trabajado en «The Revenant», «Birdman», «Bardo», entre otras.
El auge que experimenta El Salvador a escala internacional, al ser uno de los países más seguros del continente gracias a las políticas acertadas del Gobierno, nos ha permitido no solo ser anfitriones de los torneos más importantes de surf, sino también que seamos considerados un destino para la producción de películas.
Estoy seguro de que al ritmo que vamos no está lejos el día en el que nuestra capital se convierta en el epicentro del cine regional. De ahí la importancia de apostar por la formación. Me alegró mucho el anuncio de Camhouse y Unity Rental de lanzar el taller para «gaffers», muy importantes en una de las áreas de mayor demanda a la hora de producir, ya que, aunque nuestros «gaffers» son excelentes, muchos de ellos han aprendido el oficio empíricamente; esta es una buena oportunidad para tecnificarse más.
No quiero ser «spoiler», pero sé que vienen grandes cosas para nuestra naciente industria que nos pondrán en el ojo a escala internacional, como ya nos tiene acostumbrados el presidente Bukele.
Lo que sí puedo adelantar es que ya casi están listas las bases para el Quinto Festival de Cortos hechos con Celulares, y este año, como en los anteriores, tendremos muchos eventos paralelos al festival, siempre pensando en apoyar la parte formativa.