Salvas de cohetes fueron disparadas ayer desde la Franja de Gaza a Israel, al final de una nueva jornada de violencia en Jerusalén Este, donde los enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes causaron más de 300 heridos.
El atentado dejó saldo de al menos nueve palestinos muertos, entre ellos, tres niños. Además, las sirenas de alarmas resonaron en Jerusalén, donde el área del Muro de las Lamentaciones fue evacuada.
El movimiento islamista armado Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, había amenazado a Israel si sus fuerzas no se retiraban de la Explanada de las Mezquitas, un lugar ultrasensible entre palestinos e israelíes en el centro de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Hamás había dado a Israel hasta las 6 de la tarde para retirar a sus soldados de la Explanada de las Mezquitas y del barrio de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, advirtió en un comunicado el portavoz del brazo militar del movimiento.
A las 6 de la tarde, varias salvas de cohetes fueron disparadas desde el este y el norte de la Franja de Gaza hacia Israel. Dos de siete cohetes fueron interceptados por el sistema antimisiles israelí. En represalia, el ejército disparó «contra puestos militares» de Hamás en Gaza y cerró el paso fronterizo de Erez.
Estos disparos tienen lugar en el cuarto día de enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este, sector pa-lestino de la ciudad ocupado y anexionado por Israel.