La cervecera holandesa Heineken anunció esta semana un fuerte repunte de sus beneficios en el primer semestre, hasta $1,220 millones impulsados por la reapertura de restaurantes y cafeterías en algunas partes del mundo. El grupo había registrado una pérdida de $352 millones en el mismo periodo de 2020.
El repunte se debió en parte al «levantamiento gradual de las importantes restricciones aplicadas el año pasado en la mayoría de los mercados para contener la propagación de la COVID-19», dijo el director general de la Heineken, Dolf van den Brink.
El volumen de negocio del primer semestre aumentó un 8.3 %, hasta los $11,860 millones.
Sin embargo, la segunda empresa cervecera del mundo, por detrás de la belga – brasileña AB InBev, espera que los resultados financieros anuales globales se mantengan por debajo de los de 2019.
NO ES UNIFORME
«La recuperación no es uniforme en todas las geografías y en algunos países las nuevas olas y variantes del virus han provocado nuevas restricciones, especialmente en Asia – Pacífico y África», señaló Dolf van den Brink.
El director general del grupo también dijo que los costos de las materias primas están aumentando «lo que empezará a afectarnos en la segunda mitad de este año y tendrá un efecto importante en 2022».
Heineken se vio muy afectada por la crisis sanitaria con el cierre de bares y cayó en números rojos en 2020, lo que le obligó a recortar 8,000 puestos de trabajo, alrededor del 10 % de su plantilla.
«Hasta la fecha, se han materializado más de la mitad de los beneficios de la reducción prevista de 8,000 puestos de trabajo a tiempo completo, y el resto se materializará a finales del primer trimestre de 2022», dijo el grupo en el comunicado.
«En términos de volumen de negocio, los resultados de Heineken son ligeramente mejores de lo esperado, y significativamente mejores en términos de beneficio operativo», dijo Wim Hoste, un analista del banco KBC.
Lo anterior se debe, en parte, al ahorro de costos estructurales y a la optimización de los costes de ventas y marketing, señaló el analista, explicando que estos gastos de marketing están «por debajo de las expectativas».
Heineken, fundada en el siglo XIX en Ámsterdam, produce y vende más de 300 marcas de cerveza y sidra, entre ellas Heineken, Strongbow y Amstel, y emplea a más de 85,000 personas en todo el mundo.