Con 30 años de experiencia como promotor de salud, Jesús Antonio Portillo Aguilar se ha sumado al equipo de más de 1,000 consejeros en lactancia materna que han sido formados a escala nacional. Desde su punto de vista, incluir a hombres en esta labor ha ocasionado un cambio significativo en la forma de ver la lactancia materna como un tema que no solo incluye a la mamá, sino al papá y a la familia.
Actualmente, Portillo se desempeña como supervisor específico de promotores de salud en San Pablo Tacachico, La Libertad.
«Ser parte de este tema tan importante no solo para la niñez, sino también para la familia es un trabajo integral, no solo incluye hablar con la madre, pues a la madre le hablamos de técnicas, de signos del buen agarre, también hablamos con el padre y la familia, les explicamos la importancia de la integración de la familia en la lactancia materna», dijo el consejero.
Añadió: «Incluso le hacemos ver al papá que el hecho de que la mamá es la que da el pecho, la lactancia no solamente es eso. Tiene que ver con los vínculos que se crean con la familia, incluso le llamamos al padre para que esté pendiente de cómo está el niño, si está bien con los signos del buen agarre, si está en buena posición, cómo está la madre, porque así como está la salud de la madre así va a ser la experiencia para dar la lactancia».
Para Portillo, uno de los primeros cambios que se han generado bajo esta estrategia del despacho de la primera dama es que ahora se ha involucrado al padre en el proceso de la lactancia materna.
«Para mí lo más importante es que el padre reconoce y da el tiempo a la madre para que amamante con calidad. Ahora al padre lo involucramos en todo proceso de lactancia materna y reconoce la importancia de que la madre tenga el tiempo necesario para dar ese amamantamiento. Ese es uno de los cambios más importantes y los padres lo han tomado muy bien, porque en las entrevistas hemos podido ver que el padre se queda y dice: “no lo sabía, yo veía que ella daba pecho, pero no sabía que había una posición específica, que había signos para saber si está amamantando bien”», explicó Portillo.
Asimismo, dijo que esto también genera un cambio en la alimentación de la madre, pues motiva a los padres a garantizar que ella cuente con lo necesario para que la lactancia sea exitosa.
Portillo describió que esta experiencia es sorprendente, pues creía que las madres y sus familias conocían sobre la lactancia materna, pero ahora que visita las comunidades ha visto que él es un elemento importante en este proceso.
«Para uno es muy gratificante saber que está ayudando a que, no ahorita sino en el futuro, este cambio va a tener un gran impacto en nuestra población, porque lo que estamos haciendo va a ayudar a que nuestros niños tomen una lactancia materna como debe ser y que esta sea suficiente para su nutrición», expresó.