Policías asesinados, ataques a la prensa, personas lesionadas, daños a vehículos y edificios de propiedad privada y pública son algunos de los acontecimientos que han marcado las marchas en El Salvador desde hace más de 15 años, lo que contradice a medios opositores que dicen que infiltrados del actual gobierno hicieron disturbios en la protesta del pasado 15 de Septiembre.
Una de las protestas más trágica fue el día cuando Mario Belloso, militante del grupo de choque del FMLN, Brigada Limón, asesinó a dos policías de la Unidad de Mantenimiento del Orden, UMO, frente a la Universidad de El Salvador el 5 de julio de 2006.
Belloso, quien fue concejal del FMLN en la comuna de Mejicanos, fue condenado a 65 años de cárcel por el doble crimen y por la portación ilegal de arma de fuego, un fusil M-16. En esa ocasión, cientos de supuestos estudiantes, marcharon en protesta al alza de pasajes del transporte público y el precio de la energía, desde el Inframen hacia la Universidad, afuera de donde ocurrieron los atentados. Quema de vehículos, daños en una agencia bancaria y agresión de periodistas fueron parte de los disturbios.
Diez años más tarde, el 1 de mayo de 2016, no faltaron salvadoreños que salieron a conmemorar el Día del Trabajador, en su mayoría, integrantes de sindicatos exigiendo al gobierno del expresidente Salvador Sánchez Cerén se respetaran los derechos laborales. Sin embargo, luego de parecer una manifestación pacifica todo se volvió un caos cuando un grupo de protestantes comenzaron a manchar paredes y periodistas fueron agredidos por grabar las imágenes.
Una de las más recientes manifestaciones ocurrió en marzo de 2019 cuando una multitud protestó en «defensa del agua». Organizaciones sociales, sindicatos y estudiantes de la Universidad llegaron hasta la entrada de la Asamblea Legislativa.
Durante la concentración, los manifestantes protagonizaron actos violentos, agredieron a un motociclista, mancharon vehículos, lanzaron piedras a las autoridades que estaban bloqueando los accesos del palacio legislativo y ofendieron a los exdiputados. Además, los edificios de la Corte Suprema de Justicia y de Medicina Legal también fueron dañados.
El pasado miércoles una marcha de la autonominada «sociedad civil» donde confluyen activistas digitales y del FMLN y ARENA también se dedicaron al vandalismo. El ministro de Seguridad dijo que «pasaron pintando un montón de edificios oficiales, destruyeron propiedad pública», pese a esto las autoridades no arrestaron a nadie, pero el funcionario aseguró que los actos no quedarán impunes.
Sin que la policía interviniera, los opositores quemaron una motocicleta, mancharon paredes de la propiedad privada con insultos hacia el actual gobierno e incluso destruyeron y quemaron uno de los cajeros de Chivo que estaba ubicado en la plaza Gerardo Barrios en el centro capitalino.