En el «hall» del cuartel general de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en Langley, Virginia, se lee una frase del evangelio de Juan, que uno de sus puritanos directores y fundadores, Allen Dulles, muy al estilo WASP (White Anglo-Saxon Protestant) grabó en mármol : «Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». En su sede central hay 111 estrellas talladas en el mármol de la CIA Memorial Wall, que representan agentes anónimos muertos en acción, «que dieron su vida al servicio de su país».
La biografía de Roque Dalton nos adentra en los insondables e insospechados misterios que el caso Roque Dalton aún sigue despertando en los círculos intelectuales de Occidente, desde Europa pasando por Estados Unidos, Latinoamérica y especialmente El Salvador; no tanto por la indiscutible valía de Roque como el escritor nacional por excelencia, sino por los debates extraliterarios sobre su participación política, su militancia en el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), su estadía en Praga y en La Habana y su enrolamiento en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Sus tropiezos con la CIA comienzan, según el periodista estadounidense de «The Washington Post» en su artículo «Reclutar, desertar o anular» (Letras Libres, octubre de 2012) Charles Lane, el 21 de abril de 1964 cuando un vuelo de Cubana de Aviación que se dirigía a Praga se detuvo a reabastecer combustible en Halifax, Nueva Escocia. Vladimir Rodríguez Lahera salió disparado de entre los demás pasajeros y pidió asilo a un oficial canadiense. No se trataba de una deserción cualquiera. Rodríguez era el encargado de Centroamérica para la Dirección General de Inteligencia, la principal agencia cubana de espionaje. ¿Fue Roque Dalton un agente de la CIA? ¿Fue reclutado por Harold F. Swenson, Hal, en 1964 durante su cautiverio en la cárcel de Cojutepeque, concretamente el 25 de septiembre de 1964 o días posteriores, en la quinta Pinar del Río, del coronel Mariano Guerrero, en los Planes de Renderos? ¿Fue su fuga preparada por la CIA para facilitarle una leyenda la que le sirvió de pasaporte como corresponsal del PCS en la redacción de la «Revista Internacional, Problemas de la Paz y el Socialismo», órgano de los partidos comunistas del mundo editada en Checoslovaquia? ¿Un pasaporte que tenía como objetivo final, previsto por Harold Swenson y la CIA, durante su fase de reclutamiento, poner a Roque Dalton dentro del círculo de confianza de Fidel Castro, como en efecto sucedió?
Roque partió del aeropuerto Internacional de Ilopango rumbo a México, tal como se lo había ofrecido el agente de la CIA, según Charles Lane: «El hombre de la CIA dijo que quizás podría organizar una nueva vida para Dalton en México». Este y otros detalles importantes en suma se pueden leer en los archivos desclasificados de la CIA, basta entrar en dicha página web y hacer las respectivas acreditaciones.
Estas interrogantes encuentran respuesta dentro de esta acuciosa investigación que ha realizado Charles Lane, y que a nivel testimonial revelan una cantidad impresionante de precisiones que indudablemente para los futuros investigadores serán de valioso auxilio, sobre todo al estudiar los orígenes y la conformación no solo del embrión inicial sino de lo que vendría a constituirse como ERP. Ahí están los protagonistas iniciales de la lucha armada del ERP con sus nombres, apellidos, sus alias y sus breves biografías, muchos de ellos rescatados directamente del olvido, resucitados por el soplo mágico del poder de la palabra para que cobren vida en este artículo que se lee de un tirón, adrenalina pura con un extraordinario poder de síntesis aderezado con el suspenso y la curiosidad por el desenlace final de un «thriller» desarrollado bajo el cielo contaminado del San Salvador de los años sesenta-setenta.
La versión de Charles Lane, sólida y argumentada, entra en contradicción con otras que se han tejido y se tejerán en torno al caso Dalton. En relación con el caso Dalton existen una serie de investigaciones que, aunque ofrecen datos y fechas precisas, no son contundentes, pues se tiene la sensación de que algunos lo que buscan en realidad es ocultar la verdadera historia, y otros más bien una complaciente versión de estos trágicos sucesos que culminaron con la desaparición física del poeta nacional. Este artículo de Charles Lane puede leerse en esa dinámica, como una de las versiones principales del caso Dalton y de ahí su importancia medular para su abordaje, que a la vez nos lleva, como en un hilo de Ariadna, por los diferentes claroscuros del laberinto subterráneo de la lucha intestina de las organizaciones de izquierda en El Salvador. Lucha impregnada de sangre, injusticia e intolerancia.