El caso de abusos cometidos por el rapero y empresario Sean «Diddy» Combs ha paralizado a Hollywood, donde se ha descubierto la red de desenfrenos y prostitución que tenían lugar en sus fiestas, a las que fueron invitados prominentes artistas de Estados Unidos.
Com se declaró «no culpable» de tráfico sexual, asociación ilícita y promover la prostitución, como le acusa la fiscalía, pero permanecerá detenido mientras se sienta en el banquillo, decretó la jueza que instruye el caso.
Tras meses de investigaciones a raíz de varias denuncias de abuso sexual y violaciones, Combs, de 54 años, fue detenido y pasó a disposición judicial en el Tribunal del Distrito Sur de Manhattan donde la jueza Robyn Tarnofsky le leyó los cargos y decretó su detención preventiva.
El músico, arropado por media docena de familiares y vestido con una camiseta negra y pantalón gris y semblante cansado, se declaró «no culpable».
«Mi preocupación es que es un delito que ocurre tras los muros» y tiene el «poder de desequilibrio» con gente que puede ser «objeto de presión», dijo la magistrada para justificar su detención preventiva.
Según el acta de acusación, Sean Combs «abusó, amenazó y coaccionó a mujeres y a otras personas de su entorno para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar sus actos» durante décadas, utilizando su «imperio» musical para conseguir dichos fines.
El fiscal Damian Williams dijo a la prensa que Combs erigió un sistema basado en la «violencia» para obligar a las mujeres a «largas relaciones sexuales con prostitutos», bajo efectos de drogas como éxtasis GHB (la droga de los violadores) o ketamina, y que el rapero «grababa».
«Cuando no lograba lo que quería, era violento (…) pateaba y arrastraba a las víctimas, a veces por el cabello», dijo el fiscal.
Un video de una cámara de seguridad en un hotel que salió a la luz en mayo pasado muestra a Combs agrediendo físicamente a su pareja sentimental de entonces, la cantante Casandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie, y arrastrándola por el cabello hacia la habitación de la que trataba de huir.
Una denuncia de Cassie a finales del año pasado inició la caída en desgracia del magnate, al que acusó de someterla durante más de una década a coacciones físicas y drogarla, y de violarla en 2018.
La demanda se resolvió rápidamente fuera de los tribunales, pero le siguieron una serie de denuncias de agresión sexual igualmente escabrosas, incluida una presentada en diciembre por una mujer que alegaba que Combs y otras personas la habían violado en grupo cuando ella tenía 17 años.
Varias querellas civiles lo describen como un violento depredador sexual que utilizaba alcohol y drogas para someter a sus víctimas.
El rapero fue detenido el 16 de septiembre, y los fiscales alegan que abusó de mujeres y las obligó a participar en fiestas sexuales con drogas mediante amenazas y violencia.
Thalia Graves, quien le acusó de violarla y autorizó la difusión de su nombre, afirma que guardó silencio bajo amenazas durante más de dos décadas, y que en 2023 descubrió que los hombres habían grabado la violación «y la habían mostrado a varios hombres».
«El dolor interno tras ser sexualmente atacada es increíblemente profundo y difícil de poner en palabras», dijo Graves en una emocional rueda de prensa en Los Ángeles, junto a su abogada Gloria Allred.
Allred, quien se ha hecho un nombre defendiendo a mujeres víctimas de abusos, dijo que buscan con la demanda destruir e impedir la difusión del supuesto video, además de una compensación económica por los daños físicos y emocionales causados por el ataque.