En Honduras, 141 menores de edad han sido asesinados en lo que va del año, confirmó el coordinador del Observatorio de Derechos de la Niñez de la organización Casa Alianza de este país, Bertilio Amaya.
Desde que la presidenta Xiomara Castro asumió en enero de 2022, la organización ha registrado 425 homicidios contra personas menores de 18 años.
«Del total, más del 90 % de los casos se encuentra en impunidad. No ha habido investigación por parte de las autoridades para tratar de aclarar estos sucesos», comentó Amaya a medios de comunicación hondureños.
El experto explicó que los menores han sido víctimas del crimen organizado y de delitos como parricidio y fratricidio.
Hace una semana una mujer de 27 años fue detenida por la policía luego de que su hija de cuatro años muriera tras ser agredida como castigo. La menor murió el 2 de agosto en el hospital Materno Infantil, en Tegucigalpa. El incidente ocurrió en el municipio de San Lorenzo, en el departamento del Valle.
Los departamentos con más muertes violentas son Francisco Morazán y Cortés, con mayor incidencia en municipios del Distrito Central, conformada por las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela; y Choloma, en Cortés.
La directora nacional de Casa Alianza de Honduras, Cándida María Sauceda, alertó sobre un aumento de crímenes en junio, que cerró con 14 asesinatos (ocho del sexo masculino y seis del sexo femenino) contra menores en escenas relacionadas con la violencia, cuando en marzo, abril y mayo, hubo un saldo de 18 muertes.
Un informe de la organización revela que la causa principal de las muertes violentas durante junio fue la provocada por armas de fuego, seguido de arma blanca, por un objeto y por asfixia.
Las estadísticas de la Secretaría de Seguridad hondureña comparten que casi 2,000 homicidios se han cometido a escala nacional, de enero hasta lo que va de agosto.
CRÍMENES EN 2022
De acuerdo con el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), solo en 2022, 79 municipios del país se convirtieron en escenarios de muerte violenta contra la niñez. Unos 160 menores murieron en la vía pública, en su vivienda o en un vehículo.