Domingo 4 mayo de 1997, estadio Cuscatlán. La selección mayor de El Salvador juega su primer jego como local en la hexagonal eliminatoria rumbo a Francia 1998. El rival de turno es Costa Rica. Para poner la sazón al ambiente, hay casi 60,000 almas en las gradas del Monumental. Todo indica que se ha sobrepasado el número de boletos disponibles para ese partido.
El combinado nacional, dirigido por Milovan Djoric logra sacar avante la tarea, con marcador de 2-1. Los tantos del equipo nacional llevaron la firma de Raúl Díaz Arce, primera parte, y Vladimir Elías Montes, en el complemento. Esa victoria sería una de las dos que la Azul iba a conseguir en casa en el camino a Francia 98.
El jego terminó y Djoric es presa de la emoción. Festeja con su afición, mientras que el argentino Horacio Cordero tiene que digerir ese trago amargo de la derrota, en el Cuscatlán. Pero diez años más tarde vendría nuevamente al país para dirigir a Firpo y salir campeón con los toros.
Cordero, en plática con «Diario El Salvador» recordó ese partido que perdió ante El Salvador cuando dirigía a la selección de Costa Rica, hace 25 años. «Cuando El Salvador juega de local es difícil para cualquiera. Se nos hizo difícil el juego en San Salvador, pero luego creo que fue parejo. Lo ganó El Salvador. Nosotros tuvimos una con Allan Oviedo que se estrelló en el poste cuando estábamos 0-0 y cuando no aprovechás, el rival se aprovecha de vos», dijo Cordero a este medio, desde Guatemala.