Este día, se celebra con devoción el Día de la Cruz, una festividad religiosa arraigada en la tradición cristiana que reúne a las familias salvadoreñas y que se remonta a la época de la colonia. Esta celebración marca el inicio de la época lluviosa.
Cada 3 de mayo, esta festividad marca un momento especial para los salvadoreños, quienes adornan cruces con flores, luces y frutas de temporada como mangos, jocotes, naranjas, entre otras. Esta cruz es colocada en el patio de los hogares.
Una creencia popular en el país sugiere que si una familia no coloca la cruz, el diablo visitará su hogar para bailar.
Desde las primeras horas de la mañana, las iglesias abren sus puertas para recibir a los fieles, quienes participan en misas y ceremonias especiales.
Además de su significado religioso, el Día de la Cruz también es una ocasión para la convivencia y la celebración familiar, convirtiéndose en una expresión de la identidad nacional, donde la religión y la tradición se entrelazan.