Este 16 de noviembre de 2020 ha iniciado con una noticia que ha causado preocupación y alerta en los gobiernos centroamericanos. El huracán Iota, el cual se fue formando rápidamente en estos días, ha alcanzado categoría cinco, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, siglas en inglés) de Estados Unidos.
Ante esto, el NHC ha emitido alertas para toda Centroamérica ante el potencial destructivo de un huracán de esta categoría, el cual, cabe mencionar, es el primero en alcanzarla en todo lo que de este año.
El NHC prevé que Iota alcance completamente territorio centroamericano durante este lunes, impactando con toda su fuerza en la zona costera de Honduras y Nicaragua y dejando lluvias tipo temporal en El Salvador, Guatemala, Costa Rica e, incluso, Panamá. El riesgo de deslizamientos e inundaciones es alto, por lo que los gobiernos centroamericanos han emitido ya alertas rojas desde hoy.
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Pero ¿qué significa que un huracán sea categoría cinco?
Según el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), los huracanes se miden en la Escala Saffir-Simpson, la cual da cinco niveles de intensidad, según las características de sus vientos y precipitaciones. La escala fue desarrollada en 1969 por el ingeniero civil Hervert Saffir y el director del NHC de esa época, Bob Simpson.
Según esta escala, un huracán categoría cinco se caracteriza principalmente por vientos que superan los 250 kilómetros por hora. Es, además, la máxima categoría para este tipo de fenómenos meteorológicos.
Un huracán categoría cinco puede dejar daños como árboles caídos y arrancados completamente de raíz, además de destruir casi por completo estructuras como casas y edificios pequeños. Además, puede generar daños serios en viviendas y edificaciones de gran tamaño y las marejadas pueden llegar a ser de entre 4,29 a 5,94 metros por encima de lo normal.
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El Salvador: influencia indirecta y abundantes lluvias debido a huracanes en el Atlántico
En El Salvador, debido a su ubicación en la costa del Océano Pacífico, no se ve afectado directamente por los huracanes. Sin embargo, sí recibe la influencia de estos o, en todo caso, el impacto final de los huracanes cuando ya se degradan nuevamente a tormentas o depresiones tropicales.
Ante estas situaciones, la Dirección General de Protección Civil es la encargada de la prevención en zonas de riesgo o peligro en El Salvador. Las influencias de los huracanes suelen dejar lluvias de tipo torrencial en el país, por lo que el riesgo de desbordamientos y deslizamientos aumenta.
Debido a esto, en el caos de Iota, se ha decretado alerta roja en todo el territorio nacional, la cual activa a instituciones como la Policía Nacional Civil (PNC), Cruz Roja Salvadoreña, Cruz Verde, Comandos de Salvamento, entre otras, para reaccionar de manera inmediata ante posibles evacuaciones y maniobras de rescate en caso de deslizamientos o inundaciones. Actualmente, ya se ha decretado alerta roja por el paso de Iota en Centroamérica.