Ladrones irrumpieron en la iglesia San Juan María Vianney, del caserío Los Martínez, en el cantón San Juan de Merinos, en Apastepeque, San Vicente, para hurtar las antiguas campanas de la ermita.
Según el sacerdote Edy Platero, los delincuentes cortaron los barrotes y subieron al lugar donde estaban colocadas las campanas y se las llevaron; una pérdida que resiente la comunidad católica.
Los hampones se llevaron también otros objetos de la iglesia, lo cual es considerado como un sacrilegio para la iglesia, externó el religioso.
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Agregó que no tienen definido el costo económico de las campanas, que son de tamaño mediano, pero que por ser antiguas pueden ser vendidas a un buen precio.
Esta es la segunda vez que los ladrones entran a la ermita. Hace un par de años ingresaron y decapitaron la imagen de un santo. Se supuso que se llevaron la cabeza por considerar que tenía oro.
Al lugar llegaron elementos de Inspecciones Oculares de la Policía, quienes tomaron huellas e hicieron otras indagaciones.
«Esperamos que la Policía llegue hasta quienes hacen este tipo de sacrilegios en la iglesia, eso no puede seguir pasando», externó Platero.
Esto porque en lo que va de febrero, al menos tres iglesias han sido interrumpidas por desconocidos en Tecoluca, Guadalupe y la del fin de semana en Apastepeque, en las que han hurtado desde dinero hasta vasos sagradas, por lo que el sacerdote reiteró la petición para que las autoridades den con el paradero de los responsables.