El viaje está a punto de iniciar. Desde La Puntilla, el restaurante que administran doña Hilda Guardado y su hija Abigaíl, en el sector de El Valle, del cantón Dolores Apulo, hay una vista magnífica del lago de Ilopango.
Es media mañana. El agua verdusca, las lanchas que bailan con el pequeño oleaje, la zona montañosa que se divisa a lo lejos -donde destaca el Chichontepec- y, por supuesto el sol, forman una composición perfecta.
Son 24 lanchas disponibles para recorrer los 72 kilómetros cuadrados de este cuerpo de agua. Están la «Apulo», la «Breny Valeria», «La Baronesa», y será esta última la que permita hacer el recorrido de este legendario lugar.
El lago de Ilopango está compartido por tres departamentos: San Salvador, Cuscatlán y La Paz.
Desde el restaurante La Puntilla hacia la izquierda -en lancha- se visitan en ese orden los departamentos, aunque prevalecen los nombres de los accidentes geográficos (orografía o formas) del lago.
Casi al extremo del malecón, en El Valle, se ubica el restaurante de doña Hilda. Al terminar este, comienza el estadio de fútbol playa, característico por su graderíos azules y blancos. A su lado, el parque recreativo Apulo con su enorme playa y su impecable faro blanco.
En estos primeros minutos de recorrido abundan las personas, las lanchas, los bañistas, el ruido de los motores de las pequeñas embarcaciones, los negocios, estos últimos uno a la par del otro y con sus inconfundibles techos rojos.
A medida «La Baronesa» se interna en el lago, el panorama cambia. El bullicio ya no es perceptible, ya no se divisan las personas ni las lanchas, los techos de los negocios apenas se advierten como una especie de hilo rojizo en medio del verdor natural de la zona, y para sorpresa de los visitantes «emergen» las gigantescas paredes escarpadas que bordean el lugar.
Ilopango es de origen volcánico. Antiguamente, allí existió un volcán llamado Xilotepec, que del náhuat significa «cerro del elote». En el siglo V d. C. el volcán hizo erupción y se creó una caldera que dio paso a la formación del cuerpo de agua.
Según expertos, al inicio de cada estación seca «se puede observar una espiral, en el agua que se sumerge al centro, y que es donde se encuentra el cráter del antiguo volcán».
Las cinco islas
«La Baronesa» no detiene su marcha. Después de la zona bulliciosa y viendo en su esplendor las enormes paredes tierrosas se nota con claridad las divisiones de algunas propiedades privadas como la pedrera y los recintos de iglesias.
Michael Josué Gómez, quien se encarga de manejar la lancha, enrumba entonces «La Baronesa» hacia la primera isla: «se llama la isla del amor», asegura el joven de 24 años, aunque el nombre formal es isla Chachagaste.
Alrededor de esa formación rocosa es posible disfrutar de aguas frescas, transparentes, se ven los peces. Los lugareños han construido algunas gradas para llegar a la cima y en lo más alto o a la sombra de los árboles es posible descansar, comer, dormir.
El joven lanchero asegura que familias o amigos piden que los trasladen hasta «la isla del amor» y se quedan allí por algunas horas disfrutando del lugar. «Nos piden que los dejemos en la isla y nos dicen a qué hora vayamos por ellos», comparte el joven miembro de la Asociación de Lancheros de Ilopango.
Según cuenta Michael, desde los cinco o seis años de edad ha andado en embarcaciones. Al principio, acompañando a sus familiares y ahora como lanchero formal.
El joven tiene contacto con los dueños de las 24 embarcaciones disponibles para recorrer el lago. Conoce a perfección los nombres de cada lugar, las profundidades, las especies vegetales y animales, los islotes, las islas y sus nombres.
«No se los voy a decir en orden (el nombre de las islas) pero son la “isla del amor” o Chachagaste, la Isla de los Patos, que está en San Miguel Tepezontes, el Cerro de los Quemados, Cutename y La Puntona o San Cristóbal».
Desde la “isla de amor” se sigue la travesía por los campos de Tilapia (decenas de jaulas donde se cultivan estos peces), el sorprendente club privado con su campo de golf, la parte trasera del Cerro de Las Pavas, playones. Acá, solo el motor de la lancha interrumpe el sonido de las aguas que mueve el viento, ya que todo es tranquilidad, agua, sol, montañas, aves.
La fauna está dominada por patos y garzas. Hay patos Silvestres, Gallareta, Pato-cuche y Pichichi o Pichiche. Las garzas se distinguen por su color: blancas, grises y negras.
Durante el viaje a bordo de «La Baronesa» fue sorprendente encontrar un pelícano junto a algunas gallaretas. Todos compartían una saliente rocosa. Los pelícanos solo pasan algunos días en el lago, mientras retoman su vuelo migratorio.
Sobre los islotes, estos tienen pocos metros de diámetro y están en distintos puntos de Ilopango, son pequeñas formaciones de rocas con algunos arbustos y árboles en medio del agua.
Tres horas y más…
En tres horas de viaje es posible recorrer casi todo el lago volcánico de Ilopango y contemplar las bellezas naturales que contiene. En este tiempo es posible hacer alguna parada para darse un chapuzón y almorzar en alguno de los restaurantes que se encuentran en las orillas.
Cuando ya se tiene una idea general de lo que ofrecen los 72 kilómetros cuadrados de Ilopango, es posible coordinar nuevas visitas para explorar con más detenimiento algunos lugares y compartir con familia o amigos.
El servicio de lanchas se ciñe al gusto del cliente. Los recorridos se pueden iniciar desde antes que salga el sol o incluso después que se oculte.
Michael, el joven lanchero que conduce «La Baronesa», recuerda a una familia que cada cierto tiempo recorre todo el lago y gusta pasar todo el día de un lado a otro.
«Algunas personas vienen muy temprano solo para ver la salida del sol. Hay mucho que ver», comenta.
RECORRIDOS A LA CARTA
Los lancheros de Ilopango están a disposición de los turistas 24/7.
En el cantón Dolores Apulo hay diversos puntos donde ofrecen sus servicios. En la llamada zona del malecón están en el sector de El Valle y El Palo Seco. También se ubican en el parque recreativo Apulo.
Para gusto de los clientes, los lancheros han establecido que el costo de las embarcaciones va desde los $12 los 30 minutos.
El cliente determina cuál será el recorrido a seguir, aunque también puede elegir ser trasladado a alguna isla o sector donde pasará el tiempo junto con su familia o amigos.
Es responsabilidad de los turistas llevar su comida y agua, o adquirir todo en alguno de los negocios que se encuentran en el malecón. En la zona de El Valle hay 15 negocios que ofrecen comidas y bebidas variadas.
Es responsabilidad de los turistas hacer buen uso del lago, evitar su destrucción o contaminación.
Cuando se decide por algún recorrido, los turistas deben llevar ropa cómoda, gorras y bloqueador, ya que el sol puede causar daños. No está permitida la caza de ningún tipo de animal ni la extracción de especies vegetales.
Si desea contratar los servicios de embarcaciones puede hacerlo directamente con los lancheros o planear su visita llamando a los teléfonos 7916-9022 y 7911-8171. Cada lancha tiene capacidad para 10 personas, cuenta con techos para proteger del sol, además posee chalecos salvavidas para todos los viajeros.
ALGUNAS ESPECIES
En el lago de Ilopango se identifican cuatro especies de patos: silvestre, Pichichi o Pichiche, Pato-cuche y Gallareto o Gallareta. También hay garzas blancas, grises y negras.
Las aves se encuentran en diversos puntos del lugar, pero abundan más en zonas rocosas, semiprofundas o pobladas de carrizos, una especie de caña que crece de forma silvestre. Algunas islas son verdaderos santuarios de aves, sobre todo para las garzas, que se acumulan por decenas en los árboles.