El próximo 28 de octubre el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para La Mujer dará a conocer el fallo en contra 13 personas vinculadas con el asesinato de la agente de la PNC, Carla Mayarí Ayala Palacios.
Los sospechosos son señalados de encubrimiento del feminicidio en comisión por omisión e incumplimiento de deberes en perjuicio de la vida de la agente Ayala.
Durante la audiencia de vista pública realizada el 14 de octubre, tanto los acusados como la madre de la víctima tuvieron oportunidad de expresarse ante la jueza del caso, consignaron fuentes judiciales.
“Me ha dolido porque me quitaron a mi hija”, expresó la madre de Ayala.
“Es un dolor muy fuerte que le quiten a la madre de uno», comentó el hijo de la víctima. Mientras que el esposo declaró: “Me duele no haber compartido más con ella”.
#CarlaAyala | @FGR_SV informa que Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación hacia la Mujer, finalizó juicio del caso Carla Ayala, contra 13 acusados, entre policías y civiles.
— Fiscalía General de la República El Salvador (@FGR_SV) October 14, 2020
El fallo será notificado el 28 de octubre, a las 10:00 a.m. pic.twitter.com/2pRR92H1gf
Por su parte, los sospechosos alegaron su inocencia y pidieron a la jueza que los exonere de las acusaciones. Algunos expresaron que actuaron por “órdenes superiores y que no tenían conocimiento de lo que ocurría y otros aseguraron que dormían” justo cuando sucedieron los hechos.
Entre los acusados hay jefes policiales, agentes y civiles para los que la Fiscalía pide condena.
El principal sospechoso del crimen es el agente Juan Josué Castillo Arévalo, alias «Samurai», quien es el único acusado de feminicidio agravado. Arévalo está prófugo desde el 29 de diciembre de 2017.
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Carla Ayala fue asesinada la madrugada de ese 29 de diciembre cuando –según la Fiscalía– Arévalo le disparó en la cabeza mientras era llevaba a su casa en Apopa en una patrulla del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP).
La víctima había estado en una fiesta navideña la noche anterior en las instalaciones donde funcionaba el entonces GRP en las cercanías del estadio Cuscatlán, al poniente de San Salvador.