La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos presentó esta semana su último Índice de Precios al Consumidor, reportando que de enero a diciembre del 2021 experimentó un alza del 7 % en la inflación, su mayor escalada desde 1982.
El aumento de los precios ahora se encuentra entre las principales preocupaciones de los líderes empresariales de Estados Unidos, según una encuesta publicada el jueves, mientras que la Reserva Federal ha anunciado medidas para frenar el fenómeno, con propuestas como el incremento de las tasas de interés.
Actualmente, la inflación es la preocupación número dos entre el sector productivo estadounidense, detrás de la escasez de mano de obra, ya que las presiones sobre los precios podrían persistir hasta 2023, como plantea la encuesta de The Conference Board publicada el jueves.
Pero, el alza inflacionaria de Estados Unidos es preocupante, no es la más alta del mundo. Este fenómeno global presenta casos como el Turquía con 36 % de escalada en 12 meses, su máximo alcanzado en los últimos 20 años.
Con respecto a América Latina, un informe de la BBC, señala que las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, han llegado a alzas máximas en 20 y 18 años respectivamente, mientras que países como Argentina, Colombia, Perú y Chile, también resienten la situación.
A diferencia de otras olas inflacionarias, la actual tiene un factor común para todos los países: los atascos en las cadenas de suministro que transportan los productos; y la crisis de los contenedores que ha dejado miles de barcos esperando semanas en los puertos para descargar sus productos y un histórico aumento en las tarifas del transporte marítimo.
Expertos resumen lo que está ocurriendo en que «si es más caro hacer llegar los productos a las tiendas, estos también suben de precio».
A este problema logístico se suman otras dificultades como la escasez de mano de obra en países desarrollados, la falta de semiconductores para fabricar autos, computadores o celulares, las importantes cantidades de dinero que inyectaron a las economías los bancos centrales y los paquetes de estímulo fiscal entregados por los gobiernos para mitigar los estragos causados por la pandemia.
Agregan que en 2021 comenzó la recuperación económica después de un recesivo 2020, acelerando el consumo, luego que las familias gastaran menos durante los confinamientos y en los momentos más críticos de la pandemia, y eso también ha contribuido a elevar los precios.