La inflación se desaceleró más de lo esperado en julio en Estados Unidos, debido principalmente a la caída del precio de la gasolina en las estaciones, aunque igual permanece en un nivel muy alto y ello podría impulsar a la Reserva Federal (Fed, banco central) a subir fuertemente las tasas de interés otra vez.
Los precios al consumidor subieron un 8.5 % en julio en el lapso interanual, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado el miércoles por el Departamento del Trabajo. Y en el mes, la inflación es cero, lo que significa que los precios, contra todas las expectativas, no han aumentado en comparación con junio.