El exembajador de El Salvador en Honduras, Sigifredo Ochoa Pérez, es enjuiciado desde ayer en el Tribunal Primero de Sentencia por haberse supuestamente apropiado de $41,040.
La Fiscalía General de la República lo acusa de peculado, delito que un funcionario lo comete al sustraer fondos propiedad del Estado, en la vista pública se le señala que cuando estuvo en la sede diplomática en Honduras entre los años 2005-2009, durante el gobierno de Elías Antonio Saca, se aprovechó de su cargo para apropiarse del dinero.
La acción delictiva la realizó junto a la hondureña Soledad Funes Donaire de Ramírez y el imputado exonerado, Walter Alfredo Anaya Escalante, entre los tres erogaron fondos en exceso por el canon de arrendamiento de inmueble de la Sede Diplomática de El Salvador en Honduras, por un monto de $107, 920.
Funes Donaire de Ramírez, propietaria del inmueble ha sido procesada como ausente en la modalidad de cómplice necesaria en el delito de peculado.
Según la Fiscalía, la hondureña, entregaba $880 mensuales a Ocho Pérez, previo a un acuerdo, y al finalizar el cargo de embajador, ese dinero fue entregado a Escalante. En total Ochoa recibió $41,040. y Anaya $59,840.00, pero este último fue sobreseído en la audiencia preliminar.
Previo al inicio de la vista público, Ochoa Pérez presentó un escrito solicitando al juez la nulidad del proceso argumentando una competencia territorial, es decir que en el país no se le podía procesar porque los hechos acusados ocurrieron en Honduras.
Pero el juez no accedió a esa pretensión del imputado y resolvió que sí tiene competencia para conocer el caso ya que fue cometido en una sede diplomática acreditada en otro país.