Con el objetivo de evitar aglomeraciones y contagios de la COVID-19, algunos migueleños han llegado desde esta semana al cementerio general de San Miguel, a limpiar las tumbas y colocar flores a sus seres queridos que han fallecido.
Según los visitantes, buscan evitar llegar el 2 de noviembre, día de la tradicional conmemoración de los fieles difuntos, por lo que han llegado anticipadamente a lavar, limpiar, pintar, colocar velas y flores a las tumbas.
Flor Carranza llegó al cuadro 8 del cementerio migueleño a limpiar la tumba de su abuela y madre. Ella asegura que tiene más de 30 años con esta tradición.
«Ya soy de la tercera edad y por si un dado caso no nos permiten a los de la tercera edad pues yo ya vine. Tengo 34 años de venir a limpiar la tumba de mi abuela y hasta que me muera lo dejaré de hacer. Esta es una tradición que no debe de morir, pero también tenemos que cuidarnos y por eso mejor voy a evitar venir el propio día», dijo Carranza.
Por su parte, la administración de cementerios de San Miguel indicó que se preparan para recibir este próximo 2 de noviembre a los migueleños que llegan a poner flores a sus familiares muertos.
«No podrán ingresar mujeres embarazadas, ancianos y niños, una estadía en el lugar de media hora y solo tres personas por tumba podrán ingresar. Ya nosotros estamos limpiando y pintando el cementerio», dijo la fuente.
Añadió que en los 22 cementerios que se encuentran en los cantones de San Miguel, habrá presencia policial y militar.