La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) ha emitido una orden de búsqueda y captura contra la presentadora de televisión Laura Bozzo, quien es acusad de delitos fiscales en México. La orden fue emitida tras la solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR) mexicana. Hasta el momento, se desconoce el paradero de Bozzo.
La orden de captura implica que, ahora, Bozzo, de 68 años, puede ser capturada en cualquier de los 195 países en los que Interpol tiene jurisdicción. De nacionalidad peruana, Bozzo radicó en México muchos años, en los que se convirtió en una de las figuras más polémicas de la televisión. La Fiscalía mexicana la acusa de haberse lucrado con más de 13 millones de pesos por la venta de un inmueble que tenía orden de embargo por parte del Sistema de Administración Tributaria del país norteamericano.
La sentencia contra Bozzo fue dictaminada el pasado 11 de agosto, como una medida cautelar ante una posible fuga de la presentadora. Bozzo debía ingresar voluntariamente a la cárcel de Santiaguito de Almoloya de Juárez, en México DF, en un plazo máximo de 48 horas, pero la peruana nunca se presentó.
Ante esto, el equipo legal de Bozzo solicitó un recurso de amparo para evitar el encarcelamiento, argumentando que la presentadora de televisión sufre problemas pulmonares. Sin embargo, el 31 de agosto, el juez Noveno de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales de México rechazó la solicitud, según medios mexicanos.
Bozzo es reconocida por ser conductora de diversos programas de televisión de las cadenas mediáticas TV Azteca y Televisa, las más importantes de México. En su período más destacado, Bozzo llegó a registrar hasta 24 millones de espectadores en sus programas. Sin embargo, en 2015, fue despedida de Televisa luego de que el Gobierno de México iniciara una investigación en su contra por supuesta violación de derechos de menores.
La peruana se dio a conocer con el programa «Laura en América», emitido entre 1998 y 2008 y producido en su natal Perú. Su carrera, no obstante, ha tomado un giro cada vez más oscuro a raíz de las acusaciones de falsos testimonios o de contratar actores para dramatizar las situaciones que presentaba en sus programas.
En la década de los 90, Bozzo estuvo vinculada al expresidente peruano Alberto Fujimori, a través de Vladimiro Montesinos, asesor de Fujimori, con el que se sospechaba que mantenía una relación sentimental. En Perú, Bozzo fue investigada por haber recibido dinero para hacer propaganda en favor de Fujimori.