El fenómeno meteorológico Iota ha pasado a ser solo remanentes que causarán lluvias de moderadas a intensas en toda Centroamérica, según informó en el transcurso de esta mañana y mediodía el Centro Nacional de Huracanes (NHC, siglas en inglés) de Estados Unidos. Iota terminó por desvanecerse durante su ingreso total a suelo centroamericano.
Sin embargo, a pesar de su degradación total, Iota seguirá generando lluvias en un territorio que aún no se recupera del paso del fenómeno climático Eta, el cual causó desbordamientos de ríos y quebradas y deslizamientos de tierra en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
Una degradación acelerada
Durante la madrugada de este miércoles 18 de noviembre, la que estaba catalogada como tormenta tropical Iota ha perdido fuerza en su paso por Centroamérica y se ha degradado hasta convertirse en una depresión tropical, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, siglas en inglés) de Estados Unidos.
La información fue confirmada por el ministro del Medio Ambiente, Fernando López, quien remarcó que, a pesar de la nueva degradación de Iota, las autoridades mantendrán el estado de alerta en todo El Salvador ante la posible saturación de suelos por la lluvia constante que se ha generado en las últimas horas y que podría mantenerse.
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López enfatizó que «por la noche (de este miércoles) es probable que Iota se degrade a un sistema de baja presión y gradualmente vaya disminuyendo su influencia». Además, detalló que, hasta esta mañana, el máximo acumulado de lluvia se localiza en Las Pilas, departamento de Chalatenango, donde se reportan 76 milímetros de lluvia en las últimas 24 horas.
En el sector del volcán de San Miguel, el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) reporta hasta 53 milímetros de lluvia hasta este momento. En el Volcán de San Vicente se registran 47 mm de lluvia y en el resto del país se ha registrado hasta 25 mm de lluvia en las últimas horas.
En el caso de los vientos, el ministro López detalló que el máximo de ráfagas en la zona central ha sido de 43 kilómetros por hora, pero que la mayor intensidad de vientos ha sido en la zona oriental, donde se han registrado ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora en algunos sectores.
López remarcó que «siempre existe el riesgo de derrumbes y deslizamientos», así como también la probabilidad de desbordamientos de ríos y quebradas, ya que, a pesar de la degradación de Iota, la saturación de suelos aún persiste y las lluvias se mantendrán en las próximas horas, por lo que el Observatorio Ambiental del MARN seguirá en vigilancia constante para monitorear la evolución de las lluvias en los próximos días.