El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, avisó que no cedería a las presiones para alcanzar un pacto con Hamás, pese a que su aliado Estados Unidos insistió este martes en que es «hora de ultimar» un acuerdo de tregua en Gaza.
Netanyahu, sin embargo, subrayó que no cederá a las presiones y que mantendrá la presión militar sobre Hamás, que gobierna Gaza y es considerado como organización «terrorista» por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
Tras pedir públicamente «perdón por no haber devuelto con vida» a los rehenes encontrados muertos, Netanyahu acusó el lunes a Hamás de haberlos «ejecutado» con una «bala en la nuca» y prometió que el grupo pagará «un precio muy alto».
«No cederé a la presión (…) Nadie está más comprometido que yo con la liberación de los rehenes. Nadie puede darme lecciones sobre esto», dijo en Jerusalén. «Ahora debemos ejercer la máxima presión sobre Hamas», que «debe hacer concesiones», agregó.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, aseguró que «hay decenas de rehenes que aún siguen en Gaza, esperando un acuerdo que los traiga de vuelta a casa. Es hora de ultimar ese acuerdo».
Sus declaraciones se producen apenas dos días después de que el ejército israelí anunciara el hallazgo de seis cuerpos de rehenes en túneles de la Franja de Gaza, asesinados, según el cuerpo armado por impacto de bala a corta distancia.
Los rehenes fueron capturados y llevados a Gaza en un ataque del grupo terrorista Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
La represalia israelí ha dejado decenas de miles de muertos en el asediado territorio palestino, que este martes fue blanco de nuevos bombardeos.
El hallazgo de los cuerpos sacó el lunes a miles de personas a las calles y desencadenó una huelga general en Israel, en un intento de incrementar la presión para que el Gobierno alcance un acuerdo con Hamás que permita liberar a los rehenes que siguen en Gaza.