¡Ya está aquí la final de la Eurocopa! La batalla de Wembley se anuncia furiosa, ruidosa y emocionante entre la sólida Inglaterra, con una ambición incrementada por la masiva presencia de sus aficionados, y una Italia hambrienta por recuperar su corona, hoy en Londres. A medida que se aproxima el juego, aumenta la presión, pero los rivales hacen como si nada. Como si disputar una primera final desde el Mundial 1966 no provocara temblores en las piernas de los ingleses. Como si medirse a un público hostil no preocupara a los italianos.
En cualquier caso, el mítico estadio del noroeste de Londres esperaba una fiesta así desde hace mucho tiempo. Ya fue aquí donde la selección de los Tres Leones consiguió su primer y último título al levantar el Mundial hace más de medio siglo, bajo la batuta de Alf Ramsey.
En 1966, el actual seleccionador inglés, Gareth Southgate, no había nacido. El elegante técnico de 50 años, caracterizado por su calma británica, forma parte de esta generación que encadenó una desilusión tras otra. En semifinales de la Eurocopa 1996, en un Wembley lleno hasta la bandera, fue él quien falló el último penal en la tanda contra Alemania (1-1, 5-6 penales). El defensa del Aston Villa sufrió durante mucho tiempo insultos y críticas, pero esa mala época ya terminó. Ahora los seguidores ingleses cantan a su gloria en el metro, los pubs o en el estadio.
Mientras los italianos se adentraron en una mala época con la eliminación en cuartos de final de la Eurocopa 2016 y el fracaso por no clasificarse para el Mundial 2018, una catástrofe en el país que solo ha ganado una Eurocopa en toda su historia (1968), además de perder las finales del 2000 y 2012.