Del Mundial de Beach Soccer en Rusia 2021, Jason Urbina, que fue uno de los gladiadores que llevó el técnico Rudis Gallo para encarar la justa planetaria, Jason Urbina regresó convertido en un mar de tristeza. El artillero de la Azul playera tuvo fallos garrafales frente al marco, entre esos penaltis que pudieron haber cambiado la historia.
Su desconsuelo lo hizo sentir en redes sociales y ahora reconoce abiertamente que fue realmente un pasaje del fútbol playa donde se lo pasó mal, pero que consiguió pasar esa amarga página.
«Gracias a Dios logré superar lo que pasó en el mundial, los compañeros me acogieron de la mejor manera, ellos me apoyaron», dice Urbina un año más tarde.
«Fueron días tristes, difíciles, tratando de asimilar cada momento malo, pero sabía que tenía que levantarme porque tenía el apoyo de mi familia, el cuerpo técnico y los compañeros y gracias a Dios logré salir de eso.» añade hoy convencido que el fútbol da revancha y en su caso la logró en los recién concluidos Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mar y Playa.
Urbina retornó este domingo con sus compañeros de la Azul playera, y no solo trae de Santa Marta, Colombia, la medalla de oro que se les acredita como campeones sino también el trofeo de goleador del certamen: hizo siete dianas.

«El fútbol da revancha y Dios me puso que ahora sería mi momento y estoy contento con la medalla de oro. Los momentos malos que pasan ayudan y a mí eso me ayudó a madurar y ahora termino el año campeón», celebra.
Sobre el título conquistado aseguró los partidos ante Venezuela y Colombia fueron los más difíciles, pero que todo salió como lo habían trabajado y ahora tienen la oportunidad de dar una alegría al pueblo salvadoreño.