El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden llegará a Wisconsin para hablar sobre su paquete de infraestructura de $1.2 billones que fue elaborado por un grupo bipartidista de legisladores y que espera cuente con el apoyo en el congreso para que se vuelva realidad.
Además, esta inversión en infraestructura se enfocará en la creación de empleos y también buscará mejorar carreteras, transporte público, suministros de agua, puentes en mal estado y tratar de tener una mejor conexión en internet, tratando siempre de respetar el medio ambiente.
El mandatario ha asegurado que este plan de inversión no aumentará los impuestos a la gasolina ni tampoco a los ciudadanos que ganan menos de $400,000 al año.
Este proyecto, aún debe ser aprobado en el senado estadounidense, lo que será un largo camino, ya que el presidente Biden pide que el proyecto este acompaña por un paquete separado llamado «Infraestructura humana» que incluye proyectos para ampliar la atención domiciliaria para ancianos y discapacitados, una medida a la cual se oponen ellos republicanos.
Con los escaños del senado divididos a la mitad, una medida del líder de la minoría republicana Mitch Mcconnell podría ser difícil lograr los 60 votos que necesita Biden para pasar sus proyectos.
Los demócratas, en respuesta, apuntan a aprobar la medida complementaria a través de un proceso llamado «Reconciliación» que solo requiere una mayoría simple.
El lunes, el presidente asistió a una cena virtual donde anunció que este paquete de ayuda creará millones de empleos, lo cual ayudaría a las empresas estadounidenses a ser más competitivas a nivel mundial. Además, Biden dijo textualmente «estamos en una carrera por el siglo XXI por quién tendrá la economía más fuerte» y añadió «el resto del mundo no está esperando, tenemos más que hacer y tenemos que movernos rápido».