El presidente estadounidense Joe Biden habló por teléfono este viernes con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador para coordinarse frente a la crisis migratoria en la frontera y abordar la Cumbre de las Américas, pocos días antes de que AMLO viaje a Centroamérica y Cuba.
Los mandatarios conversaron casi una hora sobre «la importancia» del trabajo regional «para garantizar medios de vida seguros y sostenibles para sus respectivos ciudadanos y poblaciones migrantes», una reiterada propuesta del presidente mexicano de izquierda, reportó el gobierno mexicano en un comunicado.
«La creación de empleos en Centroamérica y los esfuerzos para ampliar las vías legales para migrantes y refugiados» se volvió a abordar en la conversación entre los mandatarios, según el comunicado.
Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, había dicho que «la mayor parte de la conversación» tono «muy constructivo» de 52 minutos «fue sobre migración y el continuo trabajo en coordinación, en la coordinación económica, en tomar medidas para reducir la migración a lo largo de la frontera».
En Twitter, López Obrador dijo que la conversación fue «cordial».
El comunicado mexicano indicó que también abordaron las cadenas de producción transfronterizas bajo el acuerdo comercial que comparten junto con Canadá en el T-MEC, afectadas por diferencias de criterios y protocolos en cada país durante las restricciones más severas que propició la pandemia.
«Resaltaron los avances en el fortalecimiento de las cadenas de suministro de América del Norte y la modernización de nuestra frontera compartida para fortalecer aún más nuestra actividad agrícola y comercial», abundó.
Necesitamos confiar
La crisis migratoria es uno de los principales problemas tanto para Estados Unidos como para México.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dio cuenta de 7,800 detenciones de inmigrantes indocumentados por día a lo largo de la frontera con México en las últimas tres semanas, casi cinco veces el promedio de 2014-2019, antes de la pandemia de la Covid-19.
Y este número podría aumentar en mayo cuando se revoque una norma sanitaria (Título 42) en virtud de la cual Estados Unidos expulsa a casi todos los migrantes ilegales. Esta rescisión levanta ampollas entre los republicanos y entre algunos de los congresistas demócratas de los estados fronterizos con México.
«Necesitaremos confiar en nuestra asociación más que nunca para tener una respuesta coordinada al aumento, con personal adicional y recursos en ambos lados de nuestra frontera para asegurarnos de que tengamos una respuesta ordenada y humana» al flujo migratorio, afirmó antes del encuentro una funcionaria estadounidense que pidió el anonimato.
Cumbre de las Américas
Antes del encuentro, otro funcionario que pidió el anonimato aseguró que ambos dirigentes también hablarían de las prioridades para la Cumbre de las Américas, prevista en junio en Los Ángeles, dentro del contexto del impacto económico de la guerra en Ucrania y que examinarían las vías para impulsar la recuperación económica pospandemia en la región.
Precisamente, López Obrador viajará la próxima semana a Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba.
El próximo lunes el canciller mexicano Marcelo Ebrard viajará a Washington para avanzar en temas de cara a ese cónclave.
Los dos países están interesados en movilizar una amplia respuesta en las Américas y «estamos trabajando en estrecha colaboración con México y otros socios clave para avanzar en una declaración fuerte que se incline hacia el futuro, que refleje el espíritu de responsabilidad compartida sobre la migración», afirmó la funcionaria.
«Durante el último año, hemos trabajado muy duro para reconstruir la relación bilateral entre nuestras instituciones», afirmó el funcionario, que estima que «los mecanismos de cooperación con México no funcionaban durante la administración anterior» del expresidente republicano Donald Trump.
«Tenemos una agenda económica sólida y con visión de futuro en el marco del diálogo económico de alto nivel y nos hemos comprometido» a fortalecer las cadenas de suministro y a «orientar nuestras economías hacia las industrias del futuro<, añadió.
Esto no impide que haya discrepancias entre México y su principal socio comercial. El gobierno mexicano no ha secundado los llamados de Washington a un frente fuerte y común contra Rusia por haber invadido Ucrania y defiende una posición más neutral.
«Obviamente esperamos que se unan a nosotros para imponer un costo al Kremlin por lo que está haciendo», afirmó el funcionario, pero precisó que existen puntos de coincidencia y recordó que México ha condenado la invasión en foros multilaterales.
Este punto no fue mencionado en el comunicado del gobierno mexicano.
México fue uno de los 58 Estados que se abstuvo en la votación que provocó la expulsión de Rusia de Consejo de Derechos Humanos de la ONU. AMLO, como se le conoce por las siglas de su nombre, ha dicho que ese organismo «falló» al no evitar esa guerra.