José del Tránsito García pasa sus días en medio de trozos de madera, tallando piezas con las que elabora las prensas que se usan para moldear queso, una herramienta muy demandada por los productores de lácteos.
Este hombre ha dedicado toda una vida a la carpintería, un oficio que inició con la elaboración de carretas; sin embargo, con la desaparición de este medio de transporte, tuvo que adaptarse y buscar la fabricación de otra herramienta de gran utilidad.
El quehacer de la carpintería lo heredó de su padre, José comenzó a trabajar la madera cuando tenía ocho años. Actualmente, sus prensas son adquiridas por productores de queso de diferentes partes de El Salvador, incluso extranjeros procedentes de varios países, como Honduras, Nicaragua y Guatemala.
«Este es un trabajo que lo hemos hecho no para hacernos ricos, pero por lo menos no tenemos que andar buscando el trabajo, sino que aquí nos viene. A mi edad no dejo sentirme rendido, pero hay vamos despacio, poco a poco», comentó el carpintero de 82 años.
La fabricación de las prensas para moldear queso es artesanal y se requiere de dedicación y concentración para darle forma a cada una de las piezas de madera, afirmó José.
La elaboración de una prensa puede tardar hasta ocho días para este carpintero, pero dice que este tiempo se reduce a seis cuando colaboran al menos cuatro personas.
El tamaño de cada prensa depende del gusto del cliente, pero las hay para quesos desde 20 libras hasta 125. De eso también depende el precio de la fabricación, el cual va de $250 a $400; sin embargo, aclara, el costo es significativo ya que una prensa de esta calidad puede durar en buen estado hasta 20 años.