Balmoris Martínez Hernández tiene 14 años y desde pequeño nació con problemas del corazón, los cuales se agravaron en noviembre del año pasado. Sus padres cuentan que, recién nacido, los médicos le dijeron que padece del síndrome de Wolff-Parkinson-White, que es una afección en la cual existe una ruta eléctrica adicional del corazón que lleva a períodos de frecuencia cardíaca rápida (taquicardia). Incluso, al mes y seis días de nacido tuvo que ser internado en el Hospital San Juan de Dios de San Miguel por dicho problema.
«Estuvo en cuidados intensivos y es un milagro de Dios tenerlo vivo, porque, con la taquicardia que le dio, los niños a esa edad mueren», dijo Balmore Martínez, padre del menor. Durante seis años estuvieron viajando a San Salvador a continuar con los tratamientos.
A los 12 años volvieron a referirlo a que fuera tratado por especialistas, pero el último episodio que le ocurrió fue en noviembre de 2020, cuando se agachó a recoger un vaso y tuvo mareos, dolor de cabeza y el corazón le comenzó a palpitar más rápido.
Al consultarles a los médicos, les recomendaron que le tienen que hacer un estudio electrofisiológico y ablación de la arritmia, para lo cual necesitan aproximadamente $20,000.
«Él tiene arterias extras, por eso le dan taquicardias. Con el estudio verán cuáles son las arterias extras para quemarlas», indicó Merlin Roxana de Martínez, madre del menor.
Ellos viven en la urbanización el Molino y vecinos han comenzado a desarrollar actividades para recolectar fondos, incluyendo una venta de elotes y atol el pasado sábado. Si quiere ayudar, puede contactarse con los padres al 7295 4868.