Apenas cumplía la mayoría de edad y Aníbal Morán ya tenía en las manos la inquietud de empezar un emprendimiento. La idea la tenía clara desde ese momento: quería hacer del turismo la mejor experiencia a dos ruedas.
«Esto nació con el concepto de hacer algo diferente. Estamos acostumbrados que hacer turismo es subirse al microbús, llegar al punto, bajarse, recorrerlo caminando, una media caminata y nos vamos. O van a tomarse un café, y eso es todo. Entonces, la idea era traer gente y hacerla que conozca otro concepto de turismo que no sea común, sino que subirse a una bicicleta, vivir el recorrido, sentirlo y hacer contacto con la naturaleza. El lema de nosotros es: aventura, adrenalina y contacto directo con la naturaleza», comenta Aníbal.
Esta idea que poco a poco tomó forma se puso en papel para el proceso de inscripción y de capital semilla en Conamype. De Santa Catarina, empezaron 60 emprendedores, luego quedaron 25; al final solo tres lograron terminar el proceso con éxito y recibir el capital semilla para empezar su sueño.
Aníbal tomó la oportunidad con decisión e invirtió cada dólar de los $7,500 asignados para equipar su negocio, bautizado como Eco Cycling. Entonces, compró 12 bicicletas de montaña, equipo de protección, cascos, tobilleras, chalecos reflectivos, radios comunicadores, una computadora y un escritorio para la recepción.
Persistió un año en Santa Catarina donde buscó impulsar la atracción del turismo a dos ruedas, pero sin mucho éxito. «Creo que todo emprendedor llega un punto en el que dice: “Ya no sigo. Renuncio”. Yo llegué a ese punto y dije: “Voy a hablar con Conamype para desinscribirme del IVA y del registro”. Estando en ese punto, entro a un curso de inglés básico. Y conocí casualmente a José Luis Herrera, de Casa de Campo e Impronta Turística. Comenzamos a platicar. Yo quedé de visitar el lugar y ver de qué manera incorporarnos. Y chivo, el concepto es entrar más a la acción que a la palabra, y a la primera oportunidad que surja hay que tomarla; y eso es lo que hice. Tomé la oportunidad que me ofreció y es como yo llego a Apaneca en 2019, a finales».
Aníbal ahora cuenta con 21 años. En su día a día combina palabras que con dificultad los jóvenes de su edad logran: joven, emprendedor, estudiante universitario y visionario.
Para él la pasión es el turismo, conectar con las personas y hacerlas vivir una experiencia desde los paseos en bicicleta. En paralelo, es estudiante de segundo año de Contaduría Pública.
Desde el hostal Casa de Campo, ha tenido la primera gran alianza para que su negocio crezca. Desde ahí, todos los fines de semana está disponible con el servicio de tours en bicicleta para todos los niveles de resistencia, sea para un paseo tranquilo por la ciudad o una prueba de rendimiento pedaleando hacia la Laguna Verde, con un tour de tres horas a velocidad moderada, para disfrutar de los parajes y del clima de Apaneca.
Durante la semana, con reserva y antelación, Aníbal ofrece tours alternando sus obligaciones en la universidad. Cuenta con el apoyo de dos amigos, jóvenes y estudiantes, también para ofrecer un recorrido como guías.
La alianza que inició en 2019 con Casa de Campo y en la medida que la pandemia permite avanzar en las actividades, Aníbal ha identificado una manera de hacer crecer su negocio, pero más importante aún: ha identificado que sí hay un nicho, que sí hay potencial para ser sostenible.
A futuro espera consolidarse en Apaneca, ampliar la cantidad de bicicletas disponibles y ser un atractivo fijo; posteriormente, seguirá explorando más alianzas en otras zonas en las que Eco Cycling ofrezca una experiencia para hacer turismo.